Ya se han encontrado partículas de plástico en los más insólitos lugares, incluidos la cima del monte Everest, en el agua y al interior de animales marinos. Ahora, nuevos análisis demostraron que estos residuos pueden ser traspasados desde las embarazadas a sus fetos.
En esta oportunidad, expertos de la Universidad de Rutgers dirigidos por la profesora Phoebe Stapleton, descubrieron que los nanoplásticos presentes en los pulmones de ratas preñadas pasaron rápidamente al corazón, cerebro y otros órganos de sus embriones.
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Esta es la primera vez que se demuestra en mamíferos vivos que estos elementos plásticos pueden atravesar la placenta. El estudio además reveló que los nanoplásticos de poliestireno pueden llegar al bebé luego de 90 minutos tras la exposición de la madre.
Para llegar a esta conclusión, el equipo colocó nanopartículas en la tráquea de las ratas, a las cuales se les adhirieron etiquetas fluorescentes para poder rastrearlas. El estudio expuso a los animales a cerca del 60% de la cantidad de partículas que una madre humana inhala diariamente el día 19 de embarazo.
“Encontramos las nanopartículas de plástico en todos los lugares que miramos: en los tejidos maternos, en la placenta y en los tejidos fetales. Los encontramos en el corazón, el cerebro, los pulmones, el hígado y los riñones del feto”, manifestó a The Guardian la profesora Stapleton.
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Los nuevos hallazgos vienen a enriquecer los conocimiento al respecto, ya que una investigación publicada en diciembre del 2020 ya había detectado la presencia de microplásticos en la placenta de mujeres que habían dado a luz, lo cual alertó a la comunidad científica.
Aún se desconoce el real impacto que estos residuos tienen para la salud, especialmente durante la gestación, aunque que los expertos creen que podrían interferir en el desarrollo del feto. Además, sospechan que las sustancias químicas que poseen pueden causar daños a largo plazo.
La investigación completa fue publicada en la revista Particle and Fiber Toxicology.
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