Ya llevamos 18 meses desde que comenzó la primera inoculación contra el COVID-19, dando inicio a la mayor campaña internacional de inmunización vista en décadas.
Sin embargo, la aparición de las variantes de Ómicron han evidenciado que las vacunas requieren una actualización en su fórmula, y por lo consiguiente, es necesario un nuevo esquema de inoculación de refuerzo.
Hace algunas semanas, la empresa de biotecnología Novavax presentó los datos de su vacuna actualizada, demostrando que es altamente efectiva de las variantes de Ómicron.
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Si bien aún no ha obtenido la aprobación de emergencia, tanto la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA en inglés) como la Organización Mundial de la Salud (OMS) tiene opiniones diferentes a la inoculación de refuerzo.
La FDA eligió a la subvariante de Ómicron BA.4/5 como objetivo para las campañas de refuerzo.
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Mientras que la OMS Sugiere que perseguir las variantes circulantes es inútil y que los refuerzos de BA.1 podrían ofrecer la inmunidad más amplia contra las futuras variantes.
El director de productos virales de la FDA, Jerry Weir manifestó que “les recordaré que la vía paralela de selección de cepas de influenza, que funciona muy bien, fue un proceso que se perfeccionó durante muchos, muchos años. Este es un virus muy diferente, por lo que probablemente tengamos mucho trabajo por hacer en este proceso de selección de cepas para las vacunas COVID”.
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