(CNN) – La Organización Mundial de la Salud hizo este lunes una fuerte recomendación en contra del uso de plasma de convalecencia para tratar a los pacientes con COVID-19, afirmando que no hay indicios de que ayude a los pacientes y que su administración requiere tiempo y recursos.
“El Grupo de Desarrollo de Directrices (GDG, por sus siglas en inglés) hizo una fuerte recomendación contra el uso de plasma de convalecencia en pacientes con enfermedades no graves, y una recomendación contra su uso en pacientes con enfermedades graves y críticas, excepto en el contexto de un ensayo clínico aleatorio”, dijo la OMS en las nuevas recomendacionesm publicadas en el British Medical Journal.
El plasma de convalecencia se obtiene de la sangre de personas que se han recuperado de una infección como el COVID-19. El plasma es la porción líquida de la sangre que contiene células inmunitarias y anticuerpos, es decir, proteínas que el cuerpo produce para combatir la infección. El plasma puede infundirse a una persona enferma con la esperanza de acelerar la recuperación de algunas enfermedades.
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El tratamiento existe desde finales de la época victoriana y se ha utilizado para tratar otros dos coronavirus mortales: el MERS y el SARS. En un principio, los científicos pensaron que era prometedor y en agosto, la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. autorizó el uso de emergencia del plasma convaleciente como opción de tratamiento para el COVID-19.
La administración de Trump dio un gran impulso a esa terapia, firmando contratos de defensa de cientos de miles de dólares para desarrollar las tecnologías para la utilización del plasma de convalecencia. En una visita a la Cruz Roja, el presidente Trump apeló personalmente a las personas que se recuperaban del COVID-19 para que donaran plasma “tan pronto como pudieran”.
Pero la ciencia no dio resultado. En septiembre, un panel de los Institutos Nacionales de Salud dijo que no había pruebas que respaldaran el uso de plasma convaleciente para tratar a los pacientes con coronavirus y desaconsejó su uso como norma de atención. En febrero, la FDA revisó su autorización de uso de emergencia para limitar su uso al plasma de convalecencia para el tratamiento de pacientes hospitalizados en las primeras fases de la enfermedad. Desde entonces, un estudio tras otro ha demostrado que el tratamiento no parece tener mucho efecto contra el COVID-19.
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Los argumentos de la OMS para desaconsejar el plasma de convalecencia
La OMS dijo que cambió sus recomendaciones porque reconoció que “no hay un beneficio claro para los resultados críticos como la mortalidad y la ventilación mecánica para los pacientes con enfermedad no grave, grave o crítica, y (por) los requerimientos de recursos significativos en términos de costo y tiempo para la administración”. En el caso de los pacientes con enfermedades que no son graves, la guía decía que no estaba justificado. En el caso de los pacientes con enfermedades graves y críticas, había “suficiente incertidumbre” para justificar la continuación de los ensayos.
La decisión se basó en las pruebas de 16 ensayos en los que participaron 16.236 pacientes con infección por COVID-19 de distintos niveles de gravedad.
La guía de este lunes también desaconseja el uso de ivermectina e hidroxicloroquina y añade a las recomendaciones anteriores el uso de corticosteroides en pacientes con COVID-19 grave o crítico y el uso de bloqueadores de los receptores de interleucina 6, así como recomendaciones condicionales para el uso de tratamientos con anticuerpos monoclonales en algunos pacientes.
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