Los trasplantes de órganos es simplemente un milagro quirúrgico, ya que permiten salvar a miles de personas. Sin embargo, en el mundo está existiendo una escasez en la donación de órganos, llevando a los médicos a pensar en nuevas formas de satisfacer la demanda.
Entre las alternativas desarrolladas por científicos se encuentran los órganos artificiales, unos construidos en laboratorio a partir de tejido vivo, la otra opción son órganos de animales compatibles.
En la opción de animales se trabaja con cerdos, unos que poseen órganos internos muy similares a los nuestros. Este fue el camino al que apunto un ensayo clínico de la Universidad de Nueva York (NYU, en sus siglas en inglés).
La operación y el estudio liderado por el cirujano Robert Montgomery, presidente del Departamento de Cirugía y director del NYU Langone Transplant Institute, se realizó el 14 de julio de 2023.
Por razones éticas, el trasplante se realizó en un hombre de 57 años con muerte cerebral, uno que dio su consentimiento previo al procedimiento y cuyos propios órganos no eran aptos para el trasplante.
Al hombre se le extirparon sus propios riñones y se remplazó con los riñones de cerdo modificados genéticamente.
El motivo de la modificación es porque el riñón de los cerdos producen una molécula de azúcar llamada alfa-gal, una que los humanos no tiene, la cual al estar en el cuerpo humano provoca que el sistema inmune del receptor active una alarma llamada rechazo hiperagudo.
Para no producir alfa-gal, el equipo de GalSafe optó por una única modificación eliminatoria combinada de medicamentos estándar de inmunosupresión para trasplantes y detección intensiva del citomegalovirus porcino (pCMV) y otros seis virus porcinos que pueden causar fallas orgánicas.
El cerdo modificado fue aprobado por la FDA tanto para uso médico potencial y como fuente de alimento para personas con alergia a la carne. Además, está apoyado por United Therapeutics.
A 32 días, el riñón no ha provocado problemas en el cuerpo del hombre y ha respondido bien. La observación del estudio y los ensayos continuarán hasta mediados de septiembre de 2023, todo esto gracias al permiso de la familia del paciente.
“Ahora hemos reunido más evidencia para demostrar que, al menos en los riñones, la simple eliminación del gen que desencadena un rechazo hiperagudo puede ser suficiente junto con medicamentos inmunosupresores clínicamente aprobados para manejar con éxito el trasplante en un ser humano para un rendimiento óptimo, potencialmente en el largo plazo”, explicó el Dr. Montgomery.
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