Pese a la alta tasa de vacunación, aún se registra un gran número de contagios por SARS-CoV-2. Expertos detallan que las personas no vacunadas serían las responsables, ya que son una fuente de mutaciones genéticas de las cepas.
Aunque hace alguno días un experto japonés detalló que la variante Delta en su país podría estar autoextinguiéndose debido a su mutación genética, ahora científicos han confirmado el descubrimiento de una nueva variante COVID llamada B.1.1.529, detecta por primera vez en Botsuana el pasado 11 de noviembre.
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Lo preocupante de esta variante es que posee 32 mutaciones en su proteína de espiga -encargada de dificultar que el sistema inmunológico pueda atacar- y ayuda al virus a evadir la inmunidad, por lo que los especialistas están en alerta ante eventuales nuevas olas de contagios.
Por el momento, se han confirmado tres casos en Botsuana, seis en Sudáfrica y uno en Hong Kong. El último caso corresponde a un hombre de 36 años que estuvo 11 días en Sudáfrica y dio negativo a su regreso al gigante asiático, pero a los tres días arrojó positivo mientras realizaba cuarentena.
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“Es difícil predecir cuán transmisible puede ser en esta etapa. Por el momento, debe ser monitoreado y analizado de cerca, pero no hay razón para preocuparse demasiado, a menos que comience a aumentar en frecuencia en un futuro próximo”, dijo el director del Instituto de Genética de la UCL, Francois Balloux, a The Guardian.
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