Desde el inicio de la pandemia por COVID-19, la protección de los niños -y de la tercera edad- se ha tornado algo primordial, puesto que al no poseer una gran variedad de vacunas infantiles aprobadas, se encontraban en riesgo de contagiarse.
Ahora, con varios preparados aprobados para el uso de niños y adolescentes, investigadores del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas, en Estados Unidos, se propusieron investigar la respuesta de anticuerpos en menores de edad.
Para ello, examinaron los datos de 218 niños entre 5 a 19 años que participaron en la encuesta Texas Cares, iniciada en octubre de 2020.
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Cada voluntario tuvo que proporcionar tres extracciones se sangre separadas. La primera fue tomada antes del lanzamiento de la encuesta, luego durante la expansión de las variantes Delta y Ómicron; y finalmente, al terminar el estudio.
“Estos hallazgos son importantes porque la información que recopilamos de los niños infectados con COVID-19 no difirió en absoluto si un niño era asintomático, la gravedad de los síntomas, cuándo tenía el virus, tenía un peso saludable o tenía obesidad, o por género. Era lo mismo para todos”, describen los autores.
En el estudio, publicado en la revista científica Pediatric, detallan que el 96% de los niños infectados con SARS-CoV-2 desarrollaron anticuerpos hasta siete meses después del contagio.
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“Si bien nuestro estudio es alentador porque cierta cantidad de anticuerpos naturales duran al menos seis meses en los niños, todavía no conocemos el umbral de protección absoluto. Tenemos una gran herramienta disponible para brindarles a los niños más protección al vacunarse, así que si su hijo es elegible, aprovéchelo”, dijo Sarah Messiah, autora del estudio.
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