Las células madre, provenientes de la placenta, le devolvieron la esperanza a un niño de 2 años que nació con una malformación cardiaca en Reino Unido.
En la actualidad, los cirujanos pueden realizar una cirugía a corazón abierto para reparar de manera temporal este padecimiento, pero los materiales utilizados no pueden crecer con el niño. Esto significa que pueden ser rechazados por el sistema inmunológico del paciente, pero esto podría cambiar.
Investigadores de la Universidad de Bristol, en Inglaterra, están desarrollando un método pionero con parches de células madre, que podría cambiar la esperanza de vida en aquellos niños y niñas que viven con cardiopatías congénitas, es decir, son malformaciones del corazón presentes desde el nacimiento.
Sobre esto, el Doctor en Biología Celular y director científico de Vidacel, José Parraguez, se refirió a este procedimiento realizado en Inglaterra. “La idea de los investigadores es crear una nueva manera de tratar las enfermedades cardíacas congénitas mediante el desarrollo de este tipo de parches, utilizando células madre e ingeniería genética donde cada parche será específico para cada paciente”, explicó.
Este parche está diseñado para adherirse al corazón del niño, en el que las células madre inducen la reparación del tejido cardíaco del paciente. Sumado a lo anterior, esta herramienta tiene la capacidad de adaptarse y crecer con el corazón del niño a medida que cumple años, por lo tanto, disminuye la posibilidad de cirugías cardíacas repetitivas.
El profesor Massimo Caputo del Instituto del Corazón de Bristol inyectó células alogénicas directamente en el corazón del pequeño Finley con la esperanza de que ayudaran a que crecieran los vasos sanguíneos dañados.
“Creemos que nuestros parches de células madre serán la respuesta para resolver estos problemas. Nuestro objetivo último en la próxima década es cambiar el paradigma del tratamiento de las cardiopatías congénitas mediante el desarrollo de tratamientos personalizados con células madre y de ingeniería genética para los defectos cardiacos más complejos”, señaló el académico Massimo Caputo del Instituto del Corazón de Bristol a Europa Press.
Las células fueron cultivadas por científicos en el Royal Free Hospital de Londres y utilizando una bioimpresora, crearon un andamio de células madre para reparar anomalías entre las dos cámaras de bombeo principales del corazón.
El pequeño Finley es “un niño feliz que crece” en la actualidad.”Esto significaría un aumento cierto en la calidad de vida de muchos niños”, agregó Parraguez.
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