Estudio demuestra que la música de Mozart actúa como un analgésico en recién nacidos

En un emocionante avance médico, un reciente estudio ha arrojado luz sobre una forma dulce y armoniosa de aliviar el dolor en los recién nacidos: escuchar Mozart.

Sabemos que la música tiene el poder de tocar nuestras emociones, pero ¿quién podría imaginar que también sería una poderosa aliada en la lucha contra el dolor agudo en bebés? Este innovador ensayo clínico, llevado a cabo con recién nacidos, ha demostrado que la música grabada, combinada con un toque de sacarosa, puede reducir significativamente las puntuaciones de dolor durante procedimientos menores.

El poder de la música

Los científicos detrás de esta investigación se propusieron llenar un vacío en el conocimiento médico al enfocarse en 100 bebés a término (nacidos entre las 37 y 42 semanas de gestación), a menudo pasados por alto en estudios anteriores. El equipo realizó un ensayo aleatorio, controlado y ciego, en el que los recién nacidos se sometieron a una punción en el talón, un procedimiento que puede desencadenar un dolor agudo.

Pero aquí viene la parte sorprendente: mientras algunos bebés recibieron la tradicional sacarosa oral (una especie de solución azucarada simple) antes del procedimiento, otros se sumergieron en los tonos suaves del Mozart Lullaby a través de parlantes estratégicamente ubicados junto a la cama. ¡Y los resultados fueron asombrosos!

Los bebés expuestos a la melodía de Mozart demostraron tener puntuaciones de dolor significativamente más bajas en comparación con aquellos que no tuvieron la serenata musical. Esto no solo confirma el poder de la música grabada para aliviar el dolor, sino que también destaca su efectividad incluso en bebés de grupos étnicos diversos.

Su aplicación en el futuro

Es emocionante pensar en las implicaciones de este estudio en la atención neonatal. Los procedimientos médicos, aunque necesarios, pueden ser traumáticos para los recién nacidos y angustiantes para los padres.

La música grabada, una herramienta no invasiva y asequible, podría convertirse en un método estándar para calmar y aliviar a los bebés en momentos dolorosos. Además, la accesibilidad de esta técnica abre la puerta para su implementación en guarderías y entornos con recursos limitados, demostrando que la música realmente puede marcar una diferencia en la atención médica de todos los recién nacidos.

La investigación completa fue publicada en la revista Pediatric Research.