A semanas de haberse descubierto, Ómicron demuestra tener una rápida expansión que ha provocado un sinnúmero de nuevos contagios por SARS-CoV-2, por lo que científicos no han descartado que se convierta en la nueva cepa dominante, pese a producir infecciones muchas más leves en comparación con Delta.
Para obtener más información de esta variante vista por primera vez en Sudáfrica, un equipo de investigación de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (ETH-Lausane), en Suiza, utilizó los potentes microscopios de alto rendimiento presentes en el Centro Dubochet de Imágenes (DCI).
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El DCI es una institución de investigación conjunta de EPFL, la Universidad de Lausana y la Universidad de Ginebra. Allí están presentes los microscopios electrónicos más potentes del mundo.
Con una resolución de 2 Ä -la más alta jamás alcanzada-, el equipo logró observar los átomos individuales de la variante Ómicron. Esto ayudará a comprender cómo la proteína de pico mutada es capaz de unirse a los receptores ACE2 célulares -permiten que el virus ingrese a las células humanas-.
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“Ahora podemos ver exactamente qué mutaciones permiten que la variante Ómicron resista la vacuna AstraZeneca por completo y la vacuna Pfizer parcialmente”, detallaron en un comunicado.
La investigación fue prepublicada en bioRxiv.org, pero aún debe ser revisada por sus pares.
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