(CNN Español) – La legendaria actriz y activista Jane Fonda anunció que le diagnosticaron linfoma no Hodgkin, un cáncer que afecta al sistema linfático, y que ya comenzó quimioterapia.
El linfoma no Hodgkin comienza en los linfocitos, que son glóbulos blancos que forman parte del sistema inmunitario, según la Sociedad Estadounidense del Cáncer.
Por lo general puede iniciarse en cualquier lugar del cuerpo en el que haya tejido linfático. Algunos de los sitios donde se encuentra este tejido son los ganglios linfáticos, el bazo, la médula ósea, el timo, las amígdalas y el tracto digestivo.
Cerca del 4% de todos los cánceres de Estados Unidos son linfoma no Hodgkin, lo que lo convierte en uno de los más comunes del país. De acuerdo a las estadísticas de los Centros de Control y Prevención de las Enfermedades, en el año 2019 se reportaron poco más de 71.500 casos de este tipo de cáncer, que causó la muerte de cerca de 20.300 personas ese año.
(El linfoma no Hodgkin, de hecho, es más común en países desarrollados como Estados Unidos y las naciones europeas).
Factores de riesgo en el linfoma no Hodgkin
Algunos de los factores de riesgo que aumentan las posibilidades de contraer este tipo de cáncer son tener una enfermedad avanzada, ser hombre y/o blanco, según el Instituto Nacional del Cáncer. Más de la mitad de los pacientes diagnosticados con la enfermedad tienen más de 65 años, según la Sociedad Estadounidense del Cáncer.
Hay estudios que sugieren que el sobrepeso y la obesidad también podrían aumentar las probabilidades, aunque es necesaria mayor investigación para confirmarlo.
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También puede influir tener ciertos problemas de salud que afectan el sistema inmunitario como el trastorno inmunitario hereditario, enfermedades autoinmunitarias como la artritis reumatoide o la psoriasis, la infección de VIH/sida y el virus de Estein-Barr, entre otros.
La exposición a ciertos productos químicos y medicamentos también se ha asociado a un mayor riesgo, pero no de manera concluyente.
¿Cuáles son los síntomas?
Los síntomas del linfoma no Hodgkin incluyen la hinchazón de los ganglios linfáticos, por ejemplo en el cuello, las axilas, el estómago y la ingle, la presencia de sudores nocturnos excesivos y la fiebre sin que exista otra razón conocida, de acuerdo al Instituto Nacional del Cáncer. También se pueden presentar una sudoración nocturna excesiva, la sensación de estar muy cansado y una pérdida de peso que no esté motivada por otra razón.
Otros dos síntomas posibles son el dolor en el tórax, huesos o abdomen y la presencia de un sarpullido o de picazón en la piel.
En su publicación, Fonda explicó que ya comenzó un tratamiento de quimioterapia. Esta es una de las posibilidades de acción frente al linfoma no Hodgkin, que también se trata según el caso con radioterapia, inmunoterapia, cirugía, trasplante de células madre, terapia antibiótica, entre otras.
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Uno de los factores que influyen en la decisión de tratamiento es si se trata de un linfoma de crecimiento lento o rápido. En el primer caso, según el Instituto Nacional del Cáncer, el linfoma tiende a extenderse de manera lento y los síntomas son pocos mientras que en el contrario los signos y síntomas pueden ser graves.
Fonda se refirió al tratamiento en su publicación. “Este es un cáncer muy tratable. El 80% de las personas sobreviven, así que me siento muy afortunada”, escribió.
Y luego habló sobre el acceso a la salud en Estados Unidos: “También tengo suerte porque tengo seguro médico y acceso a los mejores médicos y tratamientos. Me doy cuenta, y es doloroso, que soy privilegiada en esto. Casi todas las familias en Estados Unidos han tenido que lidiar con el cáncer en un momento u otro y demasiados no tienen acceso a la atención médica de calidad que estoy recibiendo y esto no está bien”.
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