Lavar, enjuagar y volver a lavar. Esta es una acción que más de alguna persona ha realizado al preparar arroz.

Si bien algunos chefs o foddies recomiendan realizar esto para quitarle el almidón y así tener un grano mucho más cocido y separado, otros efectúan esta acción como una forma de asegurarse de que el producto quede limpio y no contenga algunos granos de piedras o residuos que quedan durante el proceso de envasado.

Ahora, si te has preguntado varias veces, ¿debo lavar el arroz?, ¿cuánto tiempo de enjuague es perfecto? La ciencia tiene la respuesta, ya que investigadores se dedicaron a analizar el efecto del lavado sobre la pegajosidad y dureza de tres tipos de arroz:

  1. Arroz glutinoso.
  2. Arroz de grano medio.
  3. Arroz jazmín.

Para ello, ejecutaron diferentes ejercicios para comprender su resultado: sin lavado, tres enjuagues con agua y lavados con 10 enjuagues.

¿El resultado?: El proceso de lavado no tiene ningún efecto sobre la pegajosidad o dureza del arroz.

Entonces, ¿es importante lavar el arroz?

Definitivamente. Los científicos explican que en los arroces estudiados también se dedicaron a analizar otros parámetros, como el microplástico.

En la investigación detallan que el intenso uso de plásticos en la cadena de suministros de alimentos -independiente de que su empaque sea una bolsa de plástico o de papel- genera que el arroz contenga un alto nivel de microplástico. Pero si lo enjuagas, puedes llegar a reducir hasta el 20% de plástico en el arroz.

Asimismo, lavar el arroz llega a eliminar cerca del 90% de arsénico bioacesible presente en el grano. Pero también tiene algo malo: si lo lavamos, estamos eliminando una gran cantidad de nutrientes relevantes para nuestra salud, como el cobre, hierro, zinc y el vanadio.

Ya sea si quieres cocinar tu arroz directamente desde el empaque o lavarlo, ambas acciones traen consecuencias en lo que ingieres. 

El estudio fue publicado en la revista Science Direct.

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