La Unión Europea ha decidido no imponer el cierre de fronteras a pesar del reciente brote de mpox (o viruela del mono), también conocido como viruela del mono, que ha sido declarado emergencia mundial por la OMS el 14 de agosto. Este brote ha afectado a más de 16,000 personas y causado más de 500 muertes en la República Democrática del Congo, con casos recientes también reportados en Pakistán y Suecia.
España y otros países europeos han implementado nuevas medidas para controlar la situación, dado el bajo riesgo de expansión en sus territorios. La viruela del mono se transmite principalmente a través del contacto con fluidos y lesiones de una persona infectada. Sus síntomas incluyen fiebre, dolor muscular y dolor de cabeza.
En Chile, aunque la nueva cepa “clade 1b” no está presente ni en América, los especialistas afirman que el país está preparado para enfrentarla. Chile dispone de un sistema eficiente para la prevención y diagnóstico del mpox desde que se activó la primera alerta en 2022. La tasa de mortalidad de esta variante puede oscilar entre el 3% y el 10%.
El Ministerio de Salud de Chile ha asegurado que la vacuna “Jynneos” está disponible para la población de riesgo. Aunque la Organización Mundial de la Salud desaconseja una inoculación masiva, recomendando la aplicación del fármaco dentro de los cuatro días posteriores a la exposición al virus, Chile está bien provisto para enfrentar un posible brote.
Expertos llaman a la solidaridad internacional en la distribución de vacunas para apoyar a los países afectados y controlar la propagación del mpox a nivel global.
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