La presión arterial alta o hipertensión es una afección que puede llegar a incrementar el riesgo de que una persona padezca cardiopatía, nefropatías, entre otras enfermedades, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Esto ocurre cuando la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias es lo suficientemente alta como para poder causarte problemas de salud. Cuanta más sangre tu corazón bombee y cuanto más estrechas estén tus arterias, mayor será tu presión arterial y si bien la asociación entre la presión arterial y las enfermedades cardiovasculares está bien estudiada, los científicos apenas están comenzando a investigar la relación con las enfermedades neurológicas.
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La cantidad de adultos a nivel mundial que sufren de presión arterial alta, no solo ha aumentado a casi 1.3 mil millones, sino que también la tasa de muertes causadas por enfermedades neurológicas se ha disparado en todo el mundo.
Entonces ¿de qué manera se asocia con un deterioro cognitivo? Un equipo de científicos plasmó esta interrogante en una investigación que duró 12 años, en la que identificaron que la presión arterial elevada se asocia con microdaños, lo que hace que el cerebro se vuelva “de aspecto más viejo“, lo que aumenta las probabilidades de desarrollar enfermedades neurológicas“.
La identificación de cerebros de aspecto más viejo en edades clave podría ayudar a los científicos y médicos a determinar si alguien está en riesgo de desarrollar una enfermedad de este tipo.
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¿De qué manera realizaron esta investigación?
Localizar microdaños en el cerebro es un tarea compleja, es por ello que los expertos utilizaron un algoritmo de aprendizaje llamado BrainAGE para analizar los escáneres cerebrales en 3D y que proporciona a los investigadores la “estimación de la brecha de edad cerebral” de un individuo.
El algoritmo se alimentó con imágenes de cerebros de varias edades y luego analizó los escáneres cerebrales de 686 personas, para determinar la edad funcional del cerebro de cada uno, sin importar la edad cronológica real del participante. Los cerebros de las personas con una presión arterial óptima (110/70 mmHg) parecían seis veces más jóvenes que los cerebros de las personas cuya presión arterial se acercaba al extremo superior del rango normal (135/85 mmHg).
“Este pensamiento de que el cerebro de uno se vuelve insalubre debido a la presión arterial alta más adelante en la vida no es completamente cierto. Comienza antes y en personas que tienen presión arterial normal“, explicó Nicolas Cherbuin, director del ANU Centre for Research on Ageing, Health and Wellbeing a Eureka Alert.
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