La pandemia por COVID-19 pone en evidencia el déficit de geriatras en el país

El golpe de la pandemia por COVID-19 ha expuesto las debilidades del sistema de salud demostrando que los adultos mayores y sus necesidades suelen quedar en segundo plano.

La geriatría es un área de la medicina interna dedicada al estudio de prevención, el diagnóstico, tratamiento y rehabilitación de las enfermedades en personas mayores de 60 años.  

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A la falta de personal de la salud, para continuar atendiendo a pacientes contagiados por COVID-19, se suma el déficit de geriatras en el país. Según datos de la Superintendencia de Salud los especialistas en enfermedades propias de la vejez llegan a 164 en todo el país quienes deben distribuirse a lo largo de Chile para atender a los 3.472.243 personas mayores de 60 años, según proyecciones para 2021 del Instituto Nacional de Estadísticas (INE).

De acuerdo a los parámetros de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Chile deberían haber casi 700 geriatras, ya que la entidad internacional recomienda tener al menos un especialista por cada 5 mil personas mayores de 60 años.

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El problema es aún mayor, ya que hay regiones del país que cuentan con un especialista y otras que no cuentan con ninguno. Desde la Sociedad de Geriatría y Gerontología de Chile indican que este problema se debe a la falta de incentivos a estudiantes de medicina para preferir esta especialidad ante otras. En el país solo cinco universidades dictan esta especialidad en la cual contemplan entre 40 y 50 cupos al año.

Los posibles problemas que acarrea este déficit es que, según la OMS, se estima que para el año 2050 un cuarto de la población chilena serán adultos mayores. Si no se aumenta la cantidad de especialistas creen que las consultas y fármacos presentarían costos extras.