La nueva enfermedad del siglo XXI ¿Qué es el tecnoestrés y cómo enfrentarlo?

La tecnología ha facilitado la vida a muchas personas y organizaciones, reduciendo costos operacionales, mejorando la eficiencia de los procesos, proporcionando nuevas alternativas y de innovación, pero esta también puede ser un generador de estrés, a lo cual expertos han llamado “tecnoestrés”. El término hace alusión al impacto negativo de las actitudes, pensamientos, comportamientos o fisiología corporal causado directa o indirectamente por la tecnología.

“El constante flujo de información y la presión para estar siempre en línea pueden sobrecargar nuestro cerebro y afectar nuestra salud mental”, afirma Mauricio Bonilla, médico especialista en salud pública de la plataforma digital Saluta.

Aunque en un principio el tecnoestrés no parece una enfermedad, sí tiene consecuencias en la salud que cada vez pueden ser más graves, como lo pueden ser la falta de motivación, ansiedad, pérdida de autoconfianza, bajo rendimiento laboral, conflicto interpersonales e irritabilidad.

Para evitar caer presa del tecnoestrés, el especialista ofrece las siguientes recomendaciones:

Establecer límites: Es fundamental establecer horarios específicos para utilizar dispositivos tecnológicos y respetarlos. Designar momentos del día para desconectarse y dedicarse a actividades fuera de la pantalla puede resultar beneficioso.

Practicar la atención plena: La meditación y la respiración consciente son veredas opuestas al uso continuo de dispositivos. Estas pueden ayudarte a reducir el estrés y mejorar el bienestar general, por lo que es positivo dedicar unos minutos al día para practicar la atención plena y desconectarse de la tecnología.

Priorizar las relaciones en persona: Aunque la tecnología nos permite mantenernos conectados virtualmente, es importante cultivar relaciones cara a cara. Dedicar tiempo de calidad a interactuar con amigos y familiares sin la distracción de los dispositivos electrónicos ayuda a reafirmar estas dinámicas y generar de manera más óptima la interacción social.

Establecer rutinas digitales saludables: Organizar el tiempo en línea de manera eficiente y productiva puede ayudar a evitar tiempos muertos. En este sentido, es importante limitar el tiempo que se pasa en redes sociales y establecer un horario para revisar correos electrónicos y mensajes.

Cuidar tu bienestar físico: El ejercicio regular, una alimentación equilibrada y un buen descanso son fundamentales para reducir cualquier tipo de estrés. Priorizar el autocuidado y desconectarse de la tecnología antes de ir a dormir para mejorar la calidad de tu sueño también son elementos que mantienen una buena salud mental.

“Al implementar estos consejos en tu vida diaria, puedes reducir el impacto del tecnoestrés y promover un equilibrio saludable entre la tecnología y tu bienestar emocional. El objetivo no es eliminar por completo la tecnología, sino utilizarla de manera consciente y responsable para mejorar tu calidad de vida”, asegura Bonilla.