Muchos trabajadores alrededor del mundo ya están retornando a sus labores presenciales a medida que los contagios por COVID-19 disminuyen y las restricciones sanitarias se relajan.
Sin embargo, un nuevo estudio alertó sobre los peligros que esconde el trabajo de oficina. La investigación presentada en el Congreso Internacional de la Sociedad Respiratoria Europea sugirió que este tipo de entorno puede causar asma en algunas personas.
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Los investigadores británicos descubrieron una gran variedad de factores desencadenantes, que van desde el tóner de las impresoras y los productos de limpieza hasta la mala ventilación y la circulación de moho a través del aire acondicionado.
“Generalmente, pensamos en una oficina como un entorno seguro, por lo que es posible que cuando se diagnostica asma en los trabajadores se pasen por alto las causas laborales”, sostuvo en un comunicado el Dr. Christopher Huntley, autor principal del estudio.
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Para llegar a esta conclusión los expertos analizaron 47 casos de oficinistas con asma informados al Servicio Regional de Enfermedades Pulmonares Ocupacionales de Birmingham. El equipo identificó las causantes principales de asma en los trabajadores:
- Desencadenantes encontrados dentro de la oficina: tóner de impresora, adhesivo para baldosas, moho y productos de limpieza.
- Desencadenantes provenientes del sistema de ventilación: moho en los conductos de ventilación y aire acondicionado instalado incorrectamente.
- Desencadenantes del entorno inmediato de la oficina: talleres cercanos, pintura y humos de vehículos.
“Cuando vemos grupos de asma relacionada con el trabajo en las oficinas, es vital investigar la causa subyacente”, sostuvo el Dr. Huntley, quien recalcó que estos hallazgos proporcionan otra razón para permitir que el trabajo desde el hogar continúe más allá de las restricciones del COVID-19.
New research presented at the #ERSCongress suggests that office environments can cause #asthma in some workers. https://t.co/xsguSPpP1U
— ERS (@EuroRespSoc) September 6, 2021
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