Durante este último tiempo, la impresión en tres dimensiones ha experimentado un alza y popularidad. Cada vez más personas buscan adquirir estos innovadores instrumentos, ya sea con fines comerciales o recreativos.
Pero no todo sería miel sobre hojuelas con estos artefactos, ya que diversas investigaciones presentadas en la Reunión anual de la Sociedad de Análisis de Riesgos realizada en EE.UU. advierten los peligros que su uso conlleva, debido a las partículas plásticas que desprende al funcionar.
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Los expertos señalaron que estas partículas liberadas son tan pequeñas que pueden ser inhaladas, para posteriormente infiltrarse profundamente en los pulmones. Estas sustancias alteran la calidad del aire al interior del lugar donde se utiliza la máquina, además de los serios efectos que esto tiene para la salud.
Usualmente, una impresora en 3D funciona apilando capas fundidas de termoplásticos, metales, nanomateriales, polímeros, los cuales construyen lentamente un objeto. Cuando el plástico u otro material se calientan para derretirse, libera diferentes compuestos volátiles en el aire.
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“Hasta la fecha, el público en general tiene poca conciencia de las posibles exposiciones a las emisiones de las impresoras 3D“, sostuvo a Daily Mail Peter Byrley, experto de la Agencia de Protección Ambiental, quien agregó que las investigaciones aumentan la conciencia respecto a esta amenaza.
Los investigadores detallaron que las sustancias químicas que se liberan resultan especialmente peligrosas para los niños y niñas menores de 9 años. Durante el estudio, a través de una simulación, se evidenció una mayor presencia de masa de partículas por área de superficie en los pulmones de los menores.
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