Un nuevo y sorprendente avance médico le devolvió la capacidad de caminar a un paciente con Parkinson. Se trata de un implante cerebral, cuyos estímulos corrigieron parcialmente la movilidad de Marc Gauthier, un francés de 63 años de la ciudad de Burdeos y el primer paciente en probar este método experimental para tratar su condición.

Según afirmó el paciente, antes del tratamiento, sus caídas al suelo eran bastante comunes; sin embargo, ahora puede caminar “kilómetros”. Los impresionantes hallazgos fueron publicados en Nature Medicine.

El implante cerebral que logró detener los síntomas del Parkinson

Según informó la BBC, antes del implante, Gauthier no podía mover sus extremidades sin que se “congelaran” o temblaran. “Entrar a un ascensor suena fácil, pero para mí era imposible. Ahora no tengo problemas. Enciendo la simulación por la mañana y la apago por la noche. Esto me ayuda a caminar mejor y a estabilizarme. Ahora mismo, ya no le tengo miedo a las escaleras. Todos los domingos voy a un lago y camino cerca de 6 kilómetros“.

El único efecto secundario del aparato hasta el momento es un pequeño hormigueo en la espalda, que Gauthier asegura, “no le molesta”. Pero ¿cómo funciona este espectacular aparato?

Los expertos detrás del estudio afirmaron en el texto donde detallaron sus avances, explicaron que el estimulador va instalado en la región lumbar de la columna vertebral, enviando mensajes a los músculos de las piernas. Esto potencia las señales neuronales del paciente, logrando movimientos más precisos a pesar de la condición.

El implante cuenta con su propio generador de impulsos, cuya fuente de poder está instalada bajo la piel del abdomen de Gauthier. Sin embargo, el paciente requirió múltiples semanas de terapia kinesiológica antes de que el aparato se adaptara a sus impulsos neuronales y movimientos.

“Es impresionante cómo a través de la estimulación eléctrica específica de la médula espinal (…) se pueden corregir los problemas de movilidad causados por la enfermedad de Parkinson“, aseguró Jocelyne Bloch, una de las cirujanas que instaló el aparato que mejoró la calidad de vida del francés.

Finalmente, los expertos aseguraron que este aparato no es una cura para el Parkinson, sino una prótesis para ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas con esta condición que suele empeorar con el paso de los años.

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