Durante la temporada de verano, la capital ha experimentado frecuentes olas de calor, con temperaturas previstas entre los 35 y 37 °C según la Dirección Meteorológica de Chile. Estas condiciones extremas no solo representan un desafío físico para la población, sino que también pueden tener un impacto significativo en la salud mental.
El golpe de calor es una preocupación principal en estas circunstancias, según el cardiólogo Arturo Giacaman de la Clínica Nueva Estoril. La deshidratación, resultado común de estas temperaturas, es una de las principales causas de hospitalización, y las altas temperaturas pueden agravar otras enfermedades tanto físicas como mentales.
La urgencióloga Cristina Reyes de la Clínica Las Condes señala que los grupos de riesgo incluyen a personas mayores, personas dependientes y niños menores de un año. Un estudio realizado entre 2017 y 2019 registró un alto número de fallecimientos durante estos períodos de calor, especialmente entre la población mayor.
Sin embargo, el impacto del calor no se limita a lo físico. Según Reyes, puede tener consecuencias significativas en la salud mental, generando incomodidad, angustia y ansiedad. Las altas temperaturas pueden provocar falta de sueño, lo que contribuye a comportamientos irritables y, en casos extremos, violentos, como explica la psicóloga Stefanela Costa de la UDP.
Además, las personas con enfermedades mentales pueden verse especialmente afectadas por las altas temperaturas, según los expertos. Costa enfatiza la importancia de hablar sobre el malestar causado por el calor, como una forma de mitigar su impacto en el bienestar emocional.
La comunicación abierta sobre el malestar causado por el calor puede ser una herramienta crucial para mantener el bienestar emocional durante estos períodos desafiantes. Mira más en la nota.
Martes / 22:30 / CNN Chile
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