La cultura también implica su lengua y aprender idiomas es, sin duda, la mejor forma de abrir los ojos y conocer a los nativos de un lugar.
El hemisferio izquierdo de nuestro cerebro es el área encargada de procesar el lenguaje, y los neurocientíficos a lo largo de las décadas han creado un mapa bien definido de la “red de lenguaje” en este importante órgano.
Pero ahora, investigadores del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) estudiaron los cerebros de hablantes de 45 idiomas diferentes, cuyos resultados revelaron que las redes lingüísticas parecen ser esencialmente las mismas entre sí.
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“Este estudio es muy fundamental, ya que extiende algunos hallazgos del inglés a una amplia gama de idiomas”, señaló en un comunicado la autora principal, Evelina Fedorenko, profesora asociada de neurociencia.
The vast majority of efforts to map the brain’s language network have involved native English speakers. Now, studying brain scans of speakers of 45 different languages, neuroscientists have found this network appears essentially the same across languages. https://t.co/1iLlbpCqmC pic.twitter.com/Yn0qkn9TRz
— Massachusetts Institute of Technology (MIT) (@MIT) July 19, 2022
Durante la elaboración de este estudio, publicado en la revista Science, los neurocientíficos tenían en cuenta que las ubicaciones y las formas de las áreas del lenguaje difieren entre los individuos, por lo que para encontrar la red del lenguaje, los investigadores pidieron a los hablantes (que representan 12 familias de idiomas) que realizaran una tarea mientras escaneaban sus cerebros con una resonancia magnética funcional (fMRI).
Las imágenes cerebrales evidenciaron que en el hemisferio izquierdo y en otras partes como los lóbulos frontal y temporal, se iluminaban independiente del idioma que se hablara.
Este trabajo estipula que la ubicación y las propiedades clave de la red lingüística son universales y también sienta las bases para futuros estudios de elementos lingüísticos que serían difíciles de estudiar en hablantes de inglés por ejemplo, ya que este idioma no tendría esas características.
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No obstante, si bien los hallazgos sugieren que la arquitectura general de la red de idiomas es similar entre los hablantes de diferentes idiomas, eso no significa que no existan diferencias en absoluto, según Fedorenko.
Como ejemplo, los investigadores ahora podrían buscar diferencias en los hablantes de idiomas que usan predominantemente morfemas, en lugar del orden de las palabras, para ayudar a determinar el significado de una oración.
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