Diversos estudios y científicos han asociado el comportamiento agresivo en humanos y otros animales a la testosterona. En esta oportunidad, un nuevo análisis realizado por psicólogos chinos y suizos relacionó esta hormona con el egoísmo.
El equipo liderado por el Dr. Jianxin Oua de la Universidad de Shenzhen de China, junto a especialistas de la Universidad de Zurich, descubrió que niveles altos de testosterona pueden hacer que los hombres sean menos generosos y más propensos a exhibir comportamientos egoístas.
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En su estudio publicado en la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), los autores detallan que reclutaron a 58 hombres a quienes dividieron en dos grupos, a uno se le administró la hormona y al otro un gel placebo.
Posteriormente, los participantes realizaron una tarea social en la que debían elegir entre opciones egoístas, que beneficiaban solo al individuo, y otras generosas, la cuales tenían beneficios para otras personas. Asimismo, el equipo midió la actividad cerebral de los voluntarios.
Tras el experimento, el equipo encontró que a los hombres a los que se les había administrado testosterona adicional tendían a seleccionar entre las opciones más egoístas. Además, hallaron que esta hormona amortigua la actividad en una región del cerebro involucrada en la consideración del bienestar de otros.
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“Establecimos un vínculo entre el aumento de testosterona y el egoísmo en la toma de decisiones económicas e identificamos los mecanismos neuronales a través de los cuales esta hormona reduce la generosidad en un estudio doble ciego, controlado con placebo, entre participantes”, escribió el equipo.
Los autores señalaron que estas decisiones egoístas se toman especialmente cuando se trata de personas que no pertenecen al círculo cercano del individuo. “Nuestro estudio proporciona evidencia causal de un vínculo neurohormonal mediado por testosterona entre la generosidad y el sistema de valoración”, concluyeron.
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