El hipotiroidismo aparece cuando la glándula tiroides está menos activa de lo normal. La última Encuesta Nacional de Salud advierte que en Chile casi el 19% de la población presenta esta enfermedad, siendo muy frecuente en mujeres de mediana edad.
Muchas veces es un padecimiento asintomático y cuando una mujer se encuentra embarazada, algunos de sus síntomas se confunden con los propios de este estado.
Entre las causas que producen el hipotiroidismo en el embarazo, la más común es la enfermedad de Hashimoto o tiroiditis crónica en personas con antecedentes familiares, que se produce cuando el sistema inmune produce anticuerpos que atacan la glándula tiroides, dando lugar a una inflamación y daños que dificultan la producción de hormonas tiroideas.
¿Cómo se puede diagnosticar? Mediante un chequeo previo de examen de sangre que mide la hormona tiroidea (conocida como tiroxina o T4), así como también los niveles de TSH (hormona estimulante tiroidea) en el suero sanguíneo, para comprobar que los niveles estén en regla.
“Las hormonas tiroideas son cruciales porque controlan cómo el cuerpo utiliza la energía, e inciden en cómo trabajan prácticamente todos los órganos, incluyendo el corazón. Cuando hay un exceso de estas se produce el hipertiroidismo, mientras que una carencia se conoce como hipotiroidismo”, explica en un comunicado el doctor Rodrigo Carvajal, ginecólogo de IVI Santiago y experto en tratamientos de infertilidad.
Según el especialista, hay que poner especial atención ante los siguientes síntomas:
- Cansancio extremo
- Intolerancia al frío
- estreñimiento grave
- Piel seca
- Rostro hinchado
- Calambres musculares
- Párpados caídos
- Problemas de memoria
- Síndrome del túnel carpiano
Incidencia del hipotiroidismo en el desarrollo del feto
En los primeros tres meses de embarazo, el bebé depende de la hormona tiroidea de la madre, la cual le llega a través de la placenta. Para la semana 12, la tiroides del bebé comienza a funcionar por sí sola. Sin embargo, aún no produce suficiente hormona tiroidea hasta las 18 o 20 semanas de embarazo.
Las hormonas tiroideas son muy importantes porque ayudan al desarrollo del cerebro y el sistema nervioso del bebé. La carencia de estas puede producir efectos dañinos en el feto, por ejemplo, un coeficiente intelectual bajo, así como problemas en el desarrollo normal del bebé.
Pero no hay que asustarse, sino estar atentos y acudir al especialista en caso de presentar los síntomas, anteriormente descritos. Si posterior al examen de sangre hay signos de hipotiroidismo, la falta de hormona tiroidea se soluciona reemplazando la hormona que la tiroides no puede producir.
En la mayoría de los casos esto se soluciona con Levotiroxina, medicamento que es igual a la T4, es seguro para el bebé y se utiliza hasta que pueda producir su propia hormona tiroidea.
Otros medicamentos para la tiroides contienen T3, otro tipo de hormona tiroidea, cuyo uso no se recomienda durante el embarazo pues es incapaz de ingresar al cerebro del bebé, como sí lo hace la T4.
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