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Investigadores de las Universidades de Pittsburgh, Illinois Urbana-Champaign, Standford, Oslo (Noruega), Stellenbosch (Sudáfrica) y Bath (Reino Unido) realizaron el metaanálisis más grande hasta la fecha, para investigar sobre el impacto del uso de dispositivos digitales en la salud mental.
Durante décadas, los investigadores han basados sus estimaciones de cómo se utilizan algunas tecnologías para estudiar cómo las personas utilizan los medios digitales y cómo esto puede conducir a ciertos comportamientos.
“Nuestros hallazgos sugieren que gran parte de este trabajo puede estar sobre una base inestable“, dijo el Dr. Doug Parry, investigador principal.
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El equipo de investigadores internacionales examinó más de 12 mil artículos y encontraron 47 estudios que incluían las medidas de uso de los dispositivos y el rastreo con auto-informe.
Luego de ello, identificaron y extrajeron 106 comparaciones, basadas en 50 mil personas, para abordar las estimaciones de auto-informe con los registros de uso real.
“Estos estudios altamente defectuosos están exagerando las relaciones entre el uso de los medios digitales y los resultados típicamente negativos, como los síntomas de salud mental y las deficiencias cognitivas, lo que por supuesto explica la opinión generalizada de que los teléfonos inteligentes, entre otras tecnologías, son malos para nosotros”, explicó el Dr. Brit Davidson.
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“El uso de los medios y la tecnología tiene la culpa de todo“, agregó Davidson. Argumenta que el su constante uso es la supuesta responsable del aumento de la depresión y el suicidio en adolescentes, hasta incluso el culpable de una incidencia del trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) y la violencia.
Sin embargo, “si queremos investigar adecuadamente los daños, primero debemos abordar las suposiciones sobre el tiempo de pantalla y desenredar cómo la gente realmente está usando sus teléfonos u otras tecnologías de interés”, señalan.
El equipo espera que el estudio conduzca a un cambio en las prácticas de medición de la tecnología, además argumentan que al comprender mejor qué es lo que hacen realmente las personas con sus dispositivos digitales, se podría comenzar a entender genuinamente el impacto que tiene en las personas y la sociedad.
La investigación fue publicada en la revista Nature Human Behavior.
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