La trombosis venosa profunda (TVP) se produce cuando ocurren coágulos de sangre, es decir, las plaquetas de la sangre, las proteínas y las células “se pegan entre sí”. Este problema afecta a millones de personas de diversas edades y orígenes en todo el mundo.
Investigar sobre el proceso de envejecimiento y la trombosis, es una de las líneas de trabajo que tiene el Centro de Investigación en Trombosis (CIT) de la Universidad de Talca, en relación con el incremento de este fenómeno en personas mayores tanto en Chile como a nivel global.
Es así como un equipo de científicos, encabezado por el profesor Eduardo Fuentes, realiza una serie de estudios sobre los efectos de extractos de frutas y hortalizas en este problema.
Según el experto, han estudiado extractos (residuo de piel y semillas) de cacao, guayaba, olivo, orujo, mango, tomate y frutilla para entender si “tienen la capacidad de inhibir esa activación y prevenir la trombosis”, ya sea de Costa Rica, España, México, Argentina y Chile.
“Estos estudios se apoyan en las recomendaciones de alimentación saludable que indican que el consumo diario en una persona debe ser de 5 porciones de frutas o verduras, y efectivamente en el laboratorio, de manera in vitro, hemos comprobado que estos extractos tienen actividad protectora y/o antioxidante”, señaló el científico.
Además de la experimentación en laboratorio, el Centro ha realizado estudios clínicos en personas para avalar estas conclusiones.
En el caso del extracto de tomasa, que se genera al procesar el tomate para hacer pulpa, el especialista explicó que, durante la investigación se administró a 100 personas mayores en ayuno, durante cinco días por la mañana.
Los investigadores estudiaron los efectos a partir de la comparación de muestras de sangre tomadas antes y después del consumo. De esta manera se observó que “inhibe las plaquetas logrando un efecto protector cardiovascular”.
La harina de poroto
Por otra parte, el académico en conjunto con el profesor Felipe Ávila de la Escuela de Nutrición y Dietética del Centro de Estudios de Alimentos Procesados (CEAP), analizan los efectos en la salud de la harina de poroto, la que se utiliza para crear pan.
“Estamos iniciando el estudio de la administración de pan enriquecido con harina de poroto, a personas mayores, también en ayuno. Les tomamos muestras de sangre antes y 2 horas después del consumo, ya que se trata de un estudio agudo, para saber si, pasado ese tiempo, las plaquetas se inhiben gracias a este pan”, explicó.
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