Expertos de la Universidad de Chile llaman a regular el uso del talco por su potencial cancerígeno

Especialistas de la Universidad de Chile instan a regular el uso del talco después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo incluyera en la lista de sustancias “potencialmente cancerígenas”. Este cambio de clasificación surge tras un estudio reciente de la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC) que corroboró décadas de investigación señalando los riesgos del talco. A pesar de haberse desincentivado su uso en bebés, el talco sigue presente en diversos productos cosméticos y alimenticios.

Olosmira Correa, académica del Departamento de Ciencia y Tecnología Farmacéutica de la U. de Chile, recuerda que desde los años 80 se desaconseja su uso en pediatría. “El talco mostró evidencia suficiente de procesos carcinógenos en animales”, afirma. El Dr. Luis Quiñones, del Departamento de Oncología Básico-Clínico de la misma universidad, explica que el talco fue clasificado en el grupo 2A de la IARC, junto con plaguicidas y esteroides anabólicos, lo que significa que hay pruebas suficientes de su cancerogenicidad en animales, aunque no concluyentes en humanos.

La evidencia apunta a una asociación entre el uso del talco y ciertos cánceres, como el de ovario. Además, la contaminación con asbesto, plomo y arsénico durante su extracción podría aumentar sus riesgos. Casos como el de Johnson & Johnson, que enfrentó demandas por cáncer de ovario y dejó de producir talco para bebé en 2023, ejemplifican estos peligros.

Correa señala que muchas marcas han sustituido el talco por almidón de maíz en productos para bebés, debido a sus propiedades absorbentes y menor riesgo de contaminación. No obstante, el talco aún se encuentra en cosméticos, medicamentos y alimentos. Quiñones sugiere que el anuncio de la OMS debería llevar a un cambio en su uso, limitando su aplicación en niños y regulando su presencia en productos para adultos.

“El cambio será gradual y dependerá de la industria y la agencia regulatoria”, concluye Correa, enfatizando la necesidad de reemplazar ingredientes y adaptar maquinarias para minimizar riesgos a la salud.