Marcas de ropa están observando un notable aumento en la demanda de tallas más pequeñas, un fenómeno atribuido a la creciente popularidad de los medicamentos GLP-1, utilizados para tratar la diabetes y la obesidad.
Deirdre Quinn, CEO de Lafayette 148, declaró al Wall Street Journal que el 5% de sus clientes compran nueva ropa debido a la pérdida de peso. Jennifer Hyman, CEO de Rent the Runway, también reportó un incremento en clientes que cambian a tallas más pequeñas, el mayor en los 15 años de historia de la empresa.
Aunque las ejecutivas no pueden afirmar con certeza que los medicamentos para bajar de peso sean la causa directa, observan una correlación significativa entre la pérdida de peso y la demanda de ropa más pequeña. Además, algunos clientes están experimentando con nuevos estilos, según las marcas.
Los medicamentos GLP-1, como Ozempic de Novo Nordisk y Zepbound de Eli Lilly, han transformado a sus fabricantes en las mayores compañías farmacéuticas por capitalización de mercado. La demanda de estos tratamientos se ha disparado, llevando a Morgan Stanley a prever que el mercado global de GLP-1 alcanzará los 105 mil millones de dólares para 2030, superando la estimación anterior de 77 mil millones de dólares.
El impacto de estos medicamentos va más allá de la moda. Analistas de Morgan Stanley esperan que unos 31.5 millones de personas en EE.UU., cerca del 9% de la población, adopten estos medicamentos para 2035. Esta tendencia también podría impulsar la industria del fitness y transformar el sector alimentario.
John Furner, CEO de Walmart EE.UU., notó que los usuarios de estos medicamentos están comprando menos en comparación con la población general, según declaraciones a Bloomberg en octubre. Los directores ejecutivos de Novo Nordisk y Eli Lilly confirmaron haber recibido consultas de ejecutivos del sector alimentario sobre la popularidad de estos tratamientos.
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