Las situaciones estresantes durante la infancia pueden estar gatilladas por abuso emocional, físico y/o sexual, negligencia, abandono o maltrato psicológico o físico.
Pero, ¿cuánto afectan los episodios traumáticos de la infancia en la vida adulta? Investigadores de Mayo Clinic descubrieron que estas situaciones adversas pueden relacionarse con la inactividad sexual y la disfunción sexual en etapas posteriores de la vida en mujeres.
Los investigadores estudiaron un grupo de más de 1500 mujeres entre 40 y 65 años que visitaron la Clínica de Menopausia y Salud Sexual Femenina entre el 2015 y el 2016 por preocupaciones relacionadas con la menopausia y la salud sexual.
Se les pidió a las mujeres que completaran una encuesta antes de las visitas, que incluía preguntas sobre:
- Cualquier antecedente de situaciones adversas en la infancia
- Función sexual
- Abusos recientes
- Estado de ánimo
- Ansiedad
- Síntomas de la menopausia
- Satisfacción en las relaciones interpersonales
El estudio, publicado en The Journal of Sexual Medicine, reveló que quienes vivieron cuatro o más situaciones adversas en la infancia tenían casi el doble de probabilidad de ser sexualmente inactivas en comparación con las mujeres que no vivieron situaciones adversas en la infancia y tenían el doble de probabilidades de tener disfunciones sexuales en la mediana edad.
La investigación define la disfunción sexual femenina como un trastorno que implica problemas persistentes con el deseo sexual, la excitación, la lubricación, la satisfacción, el orgasmo o el dolor sexual que se asocia con una angustia personal para la mujer que presenta estos síntomas.
“Esta asociación parecía ser independiente de otros factores que también afectan la función sexual femenina, como la edad, el estado menopáusico, el uso de terapia hormonal, la ansiedad, la depresión, la satisfacción marital y los antecedentes de abusos recientes”, afirma la Dra. Mariam Saadedine, coautora del estudio.
“La disfunción sexual tiene un impacto significativo en la calidad de vida de una mujer. Si las consecuencias de las adversidades en la infancia no se abordan de forma adecuada, otras intervenciones para mejorar la función sexual podrían no funcionar”, agregó la Licenciada en Medicina y Cirugía, Ekta Fapoor, directora asistente del Centro para la Salud Femenina y autora principal del estudio
Los investigadores recomiendan a los proveedores de atención médica que examinen a sus pacientes con disfunción sexual en busca de situaciones adversas en la infancia y les ofrezcan un tratamiento multidisciplinario que incluya la remisión a servicios de asesoramiento.
Los próximos pasos de esta investigación consisten en evaluar las asociaciones entre las situaciones adversas en la infancia y la disfunción sexual femenina en un grupo de mujeres más diverso, incluidas las de estado socioeconómico más bajo y las que tienen acceso limitado a la atención médica.
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