La investigación comprobó que los medicamentos antiinflamatorios pueden empeorar progresivamente la enfermedad.
Los medicamentos antiinflamatorios (no esteroideos) se recetan comúnmente para el dolor y la inflamación de la osteoartritis. Generalmente, las recetas incluyen ibuprofeno (Advil, Motrin) y naproxeno (Aleve), sin embargo, poco se conoce sobre los efectos a largo plazo que pueden provocar estos fármacos en la enfermedad.
“Hasta la fecha, no se ha aprobado ninguna terapia curativa para reducir la progresión de la osteoartritis de rodilla”, dijo la autora principal del estudio, Johanna Luitjens, becaria postdoctoral en el Departamento de Radiología e Imágenes Biomédicas de la Universidad de California, San Francisco.
“Los medicamentos antiinflamatorios se usan con frecuencia para tratar el dolor de enfermedades como la osteoartritis, pero sigue siendo una discusión abierta sobre cómo su uso influye en los resultados de los pacientes con osteoartritis. En particular, su impacto en la sinovitis, o la inflamación de la membrana que recubre la articulación, nunca se ha analizado utilizando biomarcadores estructurales basados en resonancia magnética”, agregó.
La osteoartritis es la variante más común de la artritis y afecta a más de 500 millones de personas en todo el mundo. Este padecimiento se presenta con dolores en las manos, rodillas y cadera, ya que el cartílago que amortigua la articulación se desgasta gradualmente. Por eso se le llama la enfermedad articular degenerativa o artritis por “uso y desgaste”, suele ir acompañada de inflamación o hinchazón de la articulación.
La Dra. Luitjens y sus colegas analizaron la relación entre la utilización de este tipo de fármacos y la sinovitis en pacientes con osteoartritis de rodilla para evaluar cómo el tratamiento con estos antiinflamatorios afecta la estructura articular con el tiempo.
Para el estudio, se incluyeron 277 participantes con osteoartritis con moderada a grave intensidad y tratamiento sostenido con estos medicamentos durante un año entre el inicio y los cuatro años de seguimiento y se compararon con un grupo de 793 participantes que no estaban siendo con antiinflamatorios.
Todos los participantes se sometieron a una resonancia magnética de la rodilla al iniciar el estudio y otra después de cuatro años. El estudio clasificó estas resonancias como biomarcadores de inflamación. El grosor del cartílago, la composición y otras mediciones sirvieron como biomarcadores no invasivos para evaluar la progresión de la artritis.
“La sinovitis mide el desarrollo y la progresión de la osteoartritis y puede ser un objetivo terapéutico”, dijo la Dra. Luitjens. “Por lo tanto, el objetivo de nuestro estudio fue analizar si el tratamiento con estos fármacos, influye en el desarrollo o la progresión de la sinovitis e investigar si los biomarcadores de imágenes de cartílago, que reflejan cambios en la osteoartritis, se ven afectados por el tratamiento”.
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Los resultados no mostraron ningún beneficio a largo plazo del uso de estos medicamentos. Tanto la calidad del cartílago como la inflamación de las articulaciones estudiadas fueron empeorando progresivamente en los participantes que tomaban estos fármacos, en comparación al grupo que no los ingería.
“En este gran grupo de participantes, pudimos demostrar que no había mecanismos de protección de los medicamentos para reducir la inflamación o ralentizar la progresión de la osteoartritis de la articulación de la rodilla”, dijo la Dra. Luitjens. “Su uso por la función antiinflamatoria que poseen, se ha propagado con frecuencia en pacientes con osteoartritis en los últimos años y debe revisarse, ya que no se pudo demostrar un impacto positivo en la inflamación articular”.
Aunque existen varias razones por la que estos analgésicos aumentarían la sinovitis: “Por un lado, el efecto antiinflamatorio puede no prevenir de manera efectiva la sinovitis, con un cambio degenerativo progresivo que resulta en un empeoramiento de la sinovitis con el tiempo”, dijo. “Por otro lado, los pacientes que tienen sinovitis y toman medicamentos para aliviar el dolor pueden ser físicamente más activos debido al alivio del dolor, lo que podría conducir a un empeoramiento de la sinovitis, aunque ajustamos la actividad física en nuestro modelo”.
La Dra. Luitjens manifestó que en el futuro se deben realizar estudios prospectivos y aleatorizados para proporcionar evidencia concluyente del impacto antiinflamatorio del ibuprofeno y naproxeno.
Martes / 22:30 / CNN Chile
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