Estudio sugiere que fármaco para la pérdida del cabello podría reducir el riesgo de enfermedades cardíacas

Un estudio reciente realizado por investigadores de la Universidad de Illinois Urbana-Champaign y la Universidad de Maryland ha arrojado luz sobre un posible beneficio adicional de la finasterida, un fármaco conocido por tratar la pérdida de cabello y las próstatas agrandadas: la reducción del riesgo de enfermedades cardíacas.

La investigación se basó en la idea de que la finasterida, al bloquear una proteína que activa la hormona testosterona, podría tener un impacto en la salud cardiovascular. Se analizaron datos de más de 155 hombres adultos de 50 años o más, encontrando una relación entre el uso de finasterida y niveles más bajos de colesterol.

El científico de alimentos Jaume Amengual explicó para ScienceAlert que “cuando examinamos a los hombres que tomaban finasterida en la encuesta, sus niveles de colesterol promediaban 30 puntos menos que los hombres que no tomaban el fármaco“.

Además, se llevaron a cabo pruebas en ratones genéticamente modificados para ser propensos a la aterosclerosis, administrándoles diferentes dosis de finasterida y una dieta alta en calorías. Los resultados mostraron signos de beneficios para la salud, incluyendo reducciones en los niveles de colesterol y en marcadores inflamatorios en el hígado.

Aunque la dosis administrada a los ratones fue mayor que la que generalmente se prescribe a los humanos, los resultados fueron consistentes entre los animales y los sujetos humanos estudiados.

Amengual destacó que, dado que la finasterida ya es un fármaco aprobado, el proceso para investigar su posible efecto en la reducción del riesgo cardiovascular podría acelerarse. “Este fármaco podría tener un efecto beneficioso potencial para prevenir enfermedades cardiovasculares no solo en hombres cis, sino también en individuos transgénero“, agregó.

El estudio, publicado en la revista Journal of Lipid Research, plantea interesantes perspectivas sobre el uso de la finasterida más allá de sus aplicaciones convencionales, abriendo la puerta a futuras investigaciones en el campo de la salud cardiovascular.