Estudio revela que 1 de cada 3 sobrevivientes de COVID-19 ha sufrido síntomas 3 a 6 meses después de infectarse

(CNN) – El problema del COVID prolongado podría ser más grande de lo que pensamos.

Un estudio ha revelado que uno de cada tres sobrevivientes de COVID-19 ha sufrido síntomas de 3 a 6 meses después de infectarse, con problemas respiratorios, síntomas como dolor abdominal, cambio de hábitos intestinales y diarrea, fatiga, dolor, ansiedad y depresión entre los problemas más comunes reportados.

Investigadores de la Universidad de Oxford, el Instituto Nacional de Investigación en Salud y el Centro de Investigación Biomédica de Salud de Oxford estudiaron los síntomas en más de 270.000 personas que se recuperaban de COVID-19 y encontraron que los médicos detectaban las 9 características de COVID prolongado con mayor frecuencia en aquellos que habían sido hospitalizados, y un poco más a menudo en mujeres.

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Pero el Dr. Max Taquet, miembro clínico académico del Instituto Nacional de Investigación en Salud y uno de los autores del estudio, dijo que los resultados muestran que el COVID afecta durante mucho tiempo a una proporción significativa de personas de todas las edades. “Necesitamos servicios configurados apropiadamente para hacer frente a la necesidad clínica actual y futura“, dijo.

El estudio no explicó qué causa los síntomas prolongados de COVID, cuán graves son o cuánto durarán, pero sí mostró que las personas que se recuperan del COVID eran más propensas a sufrir síntomas a largo plazo que las que tenían influenza.

La Dra. Amitava Banerjee, profesora de ciencia de datos clínicos en el University College London que no participó en el estudio, dijo que este hallazgo es “otra de varias opciones contra las falsas afirmaciones de que ‘esto es como la gripe'”.

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Los síntomas que experimentaron las personas variaron y muchos pacientes experimentaron más de uno. Las personas mayores y los hombres tenían más probabilidades de tener dificultades respiratorias y problemas cognitivos, mientras que los jóvenes y las mujeres informaron más dolores de cabeza, síntomas abdominales, ansiedad y depresión.

Los autores enfatizaron que aunque el número de incidentes de este tipo fue mayor entre los ancianos y aquellos con una enfermedad inicial más grave, las personas que habían sufrido una enfermedad leve, los niños y los adultos jóvenes también experimentaron COVID prolongado.

Los datos adjuntos mostraron que hasta el 46% de los niños y adultos jóvenes entre las edades de 10 y 22 habían experimentado al menos un síntoma en los seis meses posteriores a la recuperación.

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Este riesgo de COVID prolongado destaca por qué es tan importante proteger a los niños y jóvenes del coronavirus, aunque el estudio dijo que la mayoría no padece una enfermedad grave.

Los casos entre niños se han disparado en EE.UU. desde que la variante Delta, más contagiosa, se convirtió en la cepa dominante del país en julio. La Academia Estadounidense de Pediatría informó el lunes 206.864 casos semanales entre niños. Eso fue una leve disminución en comparación con la semana anterior, pero un aumento del 188% desde la semana del 22 de julio.

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Los datos se presentan cuando Pfizer / BioNTech dijeron el martes que habían comenzado a enviar datos de vacunas en niños de 5 a 11 años a la Administración de Medicamentos y Alimentos de EE.UU. (FDA) para su revisión, y que esperan presentar una solicitud de autorización de uso de emergencia en las próximas semanas.

La siguiente pregunta clave es si los padres querrán vacunar a sus hijos. Los padres de niños de 5 a 11 años están divididos sobre el tema: el 44% dice que es probable que lo hagan y el 42% dice que es poco probable, según los resultados de la encuesta de Axios-Ipsos publicados el martes.