Investigadores de Penn State han abierto otro capítulo en la fascinante historia de cómo nuestra dieta impacta el proceso de envejecimiento. En un estudio reciente liderado por el College of Health and Human Development de Penn State, y publicado en la revista Aging Cell, se exploró cómo la restricción calórica afecta a los telómeros, unas estructuras genéticas cruciales que influyen en el envejecimiento celular.
El estudio se basó en datos recopilados durante un estudio de dos años sobre restricción calórica en humanos. Los resultados revelaron un patrón intrigante: aunque ambos grupos, el de restricción calórica y el grupo de control, terminaron con longitudes de telómeros similares al final del estudio, la velocidad a la que perdieron telómeros fue diferente.
La restricción calórica, una práctica que ha demostrado promover una vida más larga en animales en estudios previos, parece tener un efecto complejo en la longitud de los telómeros. En palabras de Idan Shalev, profesor asociado de salud biocomportamental en Penn State y líder del estudio, “la restricción calórica puede prolongar la vida humana por múltiples mecanismos, y aún estamos desentrañando todos ellos”.
El estudio examinó la longitud de los telómeros en 175 participantes del estudio CALERIE, un ensayo clínico aleatorizado sobre restricción calórica en humanos. Durante el primer año, los participantes en la restricción calórica perdieron telómeros a un ritmo más rápido que el grupo de control, coincidiendo con la pérdida de peso inicial. Sin embargo, en el segundo año del estudio, la pérdida de telómeros en el grupo de restricción calórica se desaceleró, mientras que el grupo de control continuó perdiéndolos a un ritmo constante. Al final del estudio, las longitudes de los telómeros entre los dos grupos no diferían estadísticamente.
A pesar de la ambigüedad de los resultados, los investigadores son optimistas sobre los posibles beneficios para la salud de la restricción calórica en los humanos. Si bien el periodo de dos años del estudio no fue suficiente para mostrar beneficios en los telómeros, estudios previos han demostrado otros efectos positivos, como la reducción del colesterol y la presión arterial.
El equipo de investigación espera continuar explorando esta fascinante intersección entre la dieta, el envejecimiento y la salud humana. Con la participación de destacados expertos de diversas instituciones, este estudio aporta nuevos conocimientos a un campo en constante evolución.
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