La pandemia, una época en la que millones de personas fallecieron debido al virus SARS-CoV-2 y nuestra vida dio un giro de 180°. Calles cerradas, confinamiento y el autocuidado fueron parte de nuestra rutina por casi tres años.
En pandemia tuvimos que acostumbrarnos a “abrazar” la digitalización, ya que debido al confinamiento se realizaron desde algo tan común como trabajar o estudiar hasta fiestas mediante videollamadas.
Si bien, entre 2021 y 2022 se comenzó a hablar de la fatiga por Zoom, como un efecto provocado por el aumento de la interacción virtual, afectando el rendimiento de las personas y agravando su salud mental, esta no era considera una patología médica, hasta ahora.
Investigadores del proyecto “Technostress in Organizations”, financido por el Fondo de Ciencia de Austria FWF, ha presentado las primeras pruebas que respaldan que la fatiga por “zoom” o videollamada realmente existe.
Midiendo los parámetros de fatiga tanto neurofisiológicamente basados en electroencefalografía (EEG) y electrocardiografía (ECG) de 35 voluntarios que tuvieron una conferencia universitaria (sea por Skype, Zoom, Teams o Webex) de 50 minutos, encontraron mayores tasas de fatiga.
En comparación con un grupo de control, identificaron que las conferencias o reuniones en persona no provoca fatiga.
Algo relevante de este estudio es que los efectos de fatiga por la videollamada pueden persistir hasta por una semana.
El equipo ha demostrado por primera vez que la fatiga por Zoom es completamente real y tienen los datos neurofisiológicos que lo validan.
“Nuestros resultados sugieren que el uso de videoconferencias puede conducir a costos cognitivos, que no deben ser ignorados por individuos y organizaciones, afirma el estudio”, escriben los autores.
Si bien, como no es realista eliminar por completo la tecnología, los investigadores de la Universidad Tecnológica de Graz, en Austria, abogan a continuar estudiando este fenómeno y buscar medidas eficaces que reduzcan esta fatiga.
El artículo fue publicado en la revista Scientific Reports.
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