(CNN) – Existen las personas que saltan de la cama temprano en la mañana llenas de entusiasmo y listas para partir, mientras otras aplazan la alarma hasta el último segundo posible y arrastran su cuerpo adormilado al trabajo.
Según un estudio publicado en Molecular Psychiatry, los madrugadores, o alondras matutinas, tienen hábitos de sueño naturales y sus ritmos circadianos están alineados a los horarios tradicionales. Los noctámbulos están preparados para rendir mejor por la noche y quedarse despiertos hasta tarde.
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Una investigación utilizó los datos del sueño recopilados de monitores de actividad de muñeca usados por más de 85 mil participantes del Estudio Biobanco del Reino Unido, que alberga información genética y de salud sobre más de medio millón de británicos.
Los investigadores compararon la información sobre el sueño con los autoinformes del estado de ánimo y encontraron que las personas con un ciclo de sueño desalineado son más propensas a reportar depresión, ansiedad y menos sentimientos de bienestar.
Desafiar nuestro reloj biológico interno parece estar altamente relacionado con la depresión, y “tener una mayor desalineación se asoció con mayores probabilidades de padecerla“, sostuvo la autora de la investigación, la Dra. Jessica Tyrrell, profesora de la Universidad de Exeter.
Análisis previos han identificado una relación entre la depresión y los ciclos del sueño, “aunque la evidencia más sólida proviene de los trabajadores por turnos (…) con ciertos estudios que sugieren que ellos tienen una mayor prevalencia de depresión y menor bienestar”, sostuvo Tyrrell.
Por otro lado, un “hallazgo novedoso e importante” del estudio es que a quienes les encanta levantarse por la mañana tenían menos probabilidades de tener un horario de sueño irregular que los noctámbulos, detalló Kristen Knutson, profesora de la Universidad Northwestern que no participó en el estudio
“Si eres una persona madrugadora, entonces es menos probable que tengas depresión y más posible que manifiestes un mayor bienestar. Esto puede deberse en parte a que las personas que son madrugadoras tienen menos probabilidades de tener ‘jet lag social’, explicó Tyrrell.
El término jet lag social hace referencia a “la discrepancia entre el propio ritmo biológico de un individuo y el tiempo diario determinado por las convenciones sociales“, explicó la autora del estudio.
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Otras posibles razones incluyen una mayor exposición a la luz solar para quienes se levantan temprano, añadió Knutson. “La exposición a la luz es mayor entre los tipos matutinos (…) De hecho, la terapia con luz brillante es un tratamiento para algunas formas de depresión”, explicó.
“La desalineación circadiana también podría conducir a una duración y calidad inadecuadas del sueño, lo que también podría afectar el estado de ánimo y exacerbar los trastornos del estado de ánimo”, sostuvo la experta.
Finalmente, está el problema del huevo y la gallina, que a menudo afecta a las investigaciones que solo pueden mostrar una asociación, no una causalidad, ya que también es posible que las personas con depresión tengan horarios de sueño más irregulares, lo que debería explorarse en estudios futuros.
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