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Un nuevo estudio realizado por químicos de Surrey, en asociación con Frimley NHS Trust y las universidades de Manchester y Leicester, recolectaron muestras de cebo a 67 pacientes hospitalizados: 30 dieron positivo por COVID-19 y 37 dieron negativo.
Las muestras se tomaron mediante un hisopo de piel no invasivo, el cual se frota suavemente sobre un área de la piel que sea rica en sebo (sustancia aceitosa y cerosa producida por las glándulas sebáceas del cuerpo) como la cara, el cuello o la espalda.
El equipo analizó las muestras mediante un espectrometría de masas de cromatografía líquida y una técnica de modelado estadístico, llamada Mínimos Cuadrados Parciales (es un análisis discriminante para diferenciar entre las muestras positivas y negativas del virus)
Descubrieron que los pacientes positivos por COVID-19 presentaban niveles bajos de lípidos, o dislipidemia, en comparación a quienes eran negativos.
Además, indican que la provisión de los resultados aumentó mucho más cuando los medicamentos y otras condiciones de salud se controlaban.
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“Desafortunadamente, el espectro de futuras pandemias está firmemente en la cima de la agenda de la comunidad científica. Nuestro estudio sugiere que podemos utilizar medios no invasivos para detectar enfermedades como COVID-19 en el futuro, un desarrollo que estoy seguro será bienvenido por todos”, comentó la Dra. Melanie Bailey, co-autora del estudio de la Universidad de Surrey.
Para el consultor en Anestesia y Medicina de Cuidados Intensivos en Frimley Park Hospital, el Dr. George Evetts este muestreo representa un “método simple y no invasivo que se muestra prometedor tanto para el diagnóstico como para el seguimiento de la enfermedad tanto en un entorno sanitario como no sanitario“.
El estudio fue publicado en la revista E Clinical Medicine.
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