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Existe un eterno debate sobre si el dinero influye en el bienestar, y por ende en la felicidad, de una persona, con la fuerte creencia de que lo monetario influye solo hasta cierto punto.

Partiendo de esta premisa es que un equipo de expertos de la Universidad de Pensilvania, en EE.UU., decidió realizar un estudio donde descubrieron que el dinero sí influye en la felicidad, sin importar qué tan rico alguien se vuelva.

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Investigaciones previas sugerían que el nivel en el que lo monetario dejaba de conducir a una mayor felicidad rondaba los US$ 75 mil anuales, o 55 millones de pesos chilenos aproximadamente. Sin embargo, el nuevo estudio reveló que el bienestar sigue aumentando sin límites.

Para llegar a estos resultados, los investigadores dirigidos por el profesor Matthew Killingsworth recopilaron los datos de más de 33 mil voluntarios estadounidenses, quienes entregaron información sobre sus sentimientos durante la vida cotidiana.

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Killingsworth creó una aplicación en el cual los participantes registraron varias veces al día cómo se sentían en ese determinado momento. “Esto proceso proporcionó instantáneas repetidas de la vida de las personas, lo que colectivamente nos da una película cuadro por cuadro de sus vidas“, sostuvo.

Posteriormente, calculó el nivel de bienestar de los participantes y lo relacionó con sus ingresos. “No veo ningún tipo de torcedura en la curva o un punto de inflexión donde el dinero deja de importar. En cambio, sigue aumentando”, manifestó el profesor en un comunicado.

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La investigación explicó que quienes tienen más recursos son más felices ya que “tienen una mayor sensación de control sobre su vida”. “En las decisiones grandes y pequeñas, tener más dinero le da a la persona más opciones y un mayor sentido de autonomía”, sostuvo Killingsworth.

A pesar de que los resultados demostraron que los ingresos importan más de lo que se creía, el experto no quiere que esto “imponga la idea de que la gente debería centrarse más en el dinero”, ya que este “es solo uno de los muchos factores que la gente puede controlar”.

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