Un nuevo estudio, que ha analizado datos de alrededor de 1,400 estaciones de monitoreo de la calidad del aire en toda China, ha descubierto una conexión preocupante entre la calidad del aire y las tasas de suicidio en el país. Los hallazgos sugieren que a medida que la calidad del aire empeora, aumenta el riesgo de suicidio, y viceversa.
China, conocida por tener algunas de las ciudades más contaminadas del mundo, ha experimentado un dramático aumento en las tasas de suicidio en las últimas décadas. Sin embargo, un estudio liderado por Peng Zhang, economista de la Universidad China de Hong Kong, sugiere que las mejoras en la calidad del aire podrían estar contribuyendo a una disminución en las tasas de suicidio en el país.
En 2013, China implementó un Plan de Acción para la Prevención y Control de la Contaminación del Aire, que incluyó medidas como la restricción de fuentes industriales de contaminación, regulación de emisiones vehiculares y promoción de energías renovables como el gas natural, la energía solar y eólica. Estas medidas llevaron a mejoras significativas en la calidad del aire en todo el país.
El estudio encontró que las tasas de suicidio disminuyeron bruscamente en China después de la implementación del plan de acción. Entre 2010 y 2021, la tasa de suicidios anual cayó de 10.88 a 5.25 suicidios por cada 100,000 personas, según el Centro Chino para el Control y Prevención de Enfermedades.
El análisis de Zhang y sus colegas también reveló un aumento en las tasas de suicidio dentro de una semana de eventos de inversión térmica, un fenómeno meteorológico que atrapa la contaminación del aire cerca del suelo. Este hallazgo sugiere que la contaminación del aire podría tener un impacto directo en la salud mental y el riesgo de suicidio.
Según los investigadores, aproximadamente el 10 por ciento de la disminución reciente en las tasas de suicidio en China se puede atribuir a la reducción de la contaminación del aire. Esto equivale a casi 46,000 muertes por suicidio prevenidas entre 2013 y 2017 debido a los esfuerzos para mejorar la calidad del aire.
Si bien el estudio se centra en China, sus hallazgos tienen implicaciones importantes para la salud pública en todo el mundo. A medida que la contaminación del aire se convierte en un problema cada vez más grave en muchas partes del mundo, es crucial prestar atención a su impacto en la salud mental y el riesgo de suicidio.
El estudio ha sido publicado en la revista Nature Sustainability, agregando urgencia a los llamados para políticas de control de la contaminación en todo el mundo.
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