Por Isabel Hodge
JOSE FRANCISCO ZUÑIGA/ AGENCIAUNO

En los últimos años se ha popularizado el término “relación tóxica” para describir un tipo de relación no saludable para una o ambas partes. Esta es definida como una relación destructiva de la que resulta difícil salir debido a que existe una dependencia emocional, ambos son incapaces de lograr un trato de igual a igual o uno se aprovecha del otro y traspasa los límites.

Sin embargo, esta nomenclatura ha escondido el principal problema de esta forma de relacionarse: la violencia. O al menos así lo piensa María Ester Buzzoni, directora del Centro de Estudios y Atención Psicológica de la Universidad San Sebastián.

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Buzzoni explica a Futuro 360 que este tipo de violencia ocurre “cuando la noción de bienes ha ido desapareciendo y traspasa los límites del cuerpo y las necesidades afectivas del otro.

¿Cómo llegamos a esto?

Según la experta, el origen de la violencia en una o ambas partes de la pareja está relacionado con la reproducción de eventos de violencia pasados, ya sea por vivencias con sus padres u otros familiares, donde estos actos están normalizados.

Las redes sociales también influyen

Durante los peores meses de la pandemia, los jóvenes encontraron en las redes sociales una forma de mantenerse en contacto con sus pares. Esto también provocó que en las aplicaciones de citas aumentara la creación de nuevos perfiles; incluso Tinder le entregó a todos la oportunidad de conocer gente de otros países.

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Esto permitió que las personas comenzaran relaciones a distancia o en sus mismas redes sociales. Allí comenzaron a hacerse conocidos términos como ghosting (cuando alguien con quien hablas constantemente deja de comunicarse contigo), hoovering (cuando después de roto el vínculo esta persona aparece en tu vida en fechas especiales como Navidad o cumpelaños), breadcrumbing (te da migajas de amor y atención, pero no quiere comprometerse) y love bombing (al inicio de la relación es un bombardeo de amor, pero gradualmente se vuelve más frío y distante).

“Esto es violencia, porque yo te cancelo, te quito, te niego la posibilidad de negociar en la relación y entonces te someto a mis condiciones. Lo mismo al revés, cuando hay una especie de acoso o insistencia donde el límite que está poniendo la persona de cerrar la relación no es aceptado. Ahí hablamos de hostigamiento”, explica Buzzoni.

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¿Cómo identificar si me encuentro en una relación violenta?

La experta advierte que mantenerse en silencio es ponerse en riesgo, ya que no permite resolver los problemas y deja a los involucrados atrapados en una relación violenta.

Es muy importante poder permitirse abrirse con otros, con personas de tu círculo de confianza y contar lo que está pasando con el otro.

Si no eres de ese tipo de persona, buscar ayuda especializada no es algo de lo que uno deba sentirse mal. El objetivo es cuidar nuestra salud emocional y no permitiese continuar en ese loop de violencia.

“No es relación tóxica, es violencia”.

Estas son algunas actitudes a las que debes estar alerta:

  • Si las otra persona controla tus tiempos.
  • El límite no existe y transgrede tus espacios.
  • Te menosprecia.
  • Hace comentarios sobre tu cuerpo y cómo te vistes: eso es violencia sexual.
  • Te menosprecia y te da entender que sin él/ella no serás nadie.
  • Minimiza tus logros.
  • Te chantajea, entre otros.

Si te encuentras viviendo una relación de violencia, recuerda que puedes llamar al 1455 un fono de orientación que entrega ayuda a quienes sufren o son testigos de maltrato físico y/o psicológico. Atienden 24/7 y podrás hablar con especialistas en violencia contra la mujer

También está el Fono Denuncia Segura 600 400 0101 y el WhatsApp Mujer +569 9700 7000.

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