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El uso de endulzantes o edulcorantes artificiales es completamente cuestionado, ya que algunos estudios sugieren que su consumo contribuye al aumento de peso, diabetes tipo 2 y trastornos metabólicos.
Como una forma de descubrir las razones tras estos discordantes resultados, el equipo de la Escuela de Medicina de la Universidad del Sur de California (USC), en Estados Unidos, reclutó a 74 voluntarios para realizar tres experimentos.
Cada sesión comenzó con que los participantes bebieron un vaso con azúcar estándar, con endulzante artificial sucralosa o agua pura sin azúcar.
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Posterior a los 20 minutos de consumir este líquido -que fue entregado de forma aleatoria-, cada participante completó una serie de ejercicios de “señal de comida” con la ayuda de una resonancia magnética.
Esto significó que cada participante debió observar diferentes imágenes mientras se medían sus actividades cerebrales en varias regiones del cerebro -responsables del apetito-.
Lo curioso del estudio es que descubrieron un aumento en las respuestas de las señales alimentarias en la corte frontal media y corteza orbitofrontal en las mujeres que consumieron el agua con endulzante, a diferencia de quien consumió azúcar o agua pura. Actividad no registrada en hombres.
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Posterior a ello, les tomaron muestras de sangre para medir sus niveles de glucosa y respuestas hormonales a los endulzantes. Allí, no detectaron diferencias significativas.
“Nuestros hallazgos indican que las mujeres y las personas con obesidad podrían ser particularmente sensibles a una mayor capacidad de respuesta neuronal provocada por la sucralosa en comparación con el consumo de sacarosa”, detallan los autores en un comunicado.
El informe, presentado en JAMA Network Open, detalló que posterior a las dos horas del experimento, los participantes fueron dirigidos a un buffet de bocadillos y se les indicó que quienes quisieran comer, lo hicieran. Observaron que las mujeres que bebieron agua con endulzantes comían muchas más calorías en el buffet.
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