Una nueva investigación publicada en Nature, desentrañó el complejo proceso de formación de la memoria, revelando un sorprendente vínculo entre la inflamación cerebral y la consolidación de recuerdos duraderos. Un equipo internacional de científicos, liderado por la neurocientífica Jelena Radulovic del Colegio de Medicina Albert Einstein en Nueva York, ha descubierto que este proceso, comparado metafóricamente con hacer una tortilla de huevos, implica una cuidadosa destrucción y reorganización en el cerebro.
El estudio, llevado a cabo en ratones, revela que la inflamación en ciertas neuronas del hipocampo, una región vital para la memoria, es esencial para la creación de recuerdos duraderos. La activación de la vía del Receptor de Tipo Toll 9 (TLR9), involucrada en la señalización inflamatoria, y el daño en el ADN de las células nerviosas, son procesos cruciales en esta etapa.
Los investigadores desencadenaron la memoria episódica en ratones mediante suaves descargas eléctricas, lo que provocó la activación de genes en la vía TLR9 y la aparición de daño en el ADN en las neuronas del hipocampo. Estos cambios biológicos, que normalmente están asociados con la división celular, se utilizan para organizar las neuronas en grupos formadores de memoria.
Lo más sorprendente es que estos mecanismos inflamatorios persisten durante una semana, durante la cual las neuronas se vuelven más resistentes a las interferencias externas, protegiendo así los recuerdos de la degradación. Cuando se bloqueó la vía TLR9 en los ratones, no pudieron formar nuevos recuerdos, lo que sugiere su papel crucial en este proceso.
Este estudio proporciona una nueva perspectiva sobre cómo se almacenan los recuerdos en el cerebro y plantea preguntas intrigantes sobre posibles aplicaciones terapéuticas. Aunque el bloqueo de la vía TLR9 se ha considerado para tratar el COVID-19, este estudio sugiere que podría afectar negativamente la formación de recuerdos.
En última instancia, estos hallazgos ofrecen una visión fascinante sobre la complejidad del cerebro y cómo evoluciona nuestra comprensión de la memoria a nivel molecular.
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