Los efectos del consumo de alcohol en el cuerpo humano aún son confusos. Un médico puede recomendar tomar una copa de vino para acompañar las carnes, mientras que algunas investigaciones indican que podría ser causante de cáncer.
En la línea más preocupante, investigadores de la Universidad de Pensilvania, Estados Unidos, analizaron unas 36.678 resonancias magnéticas procedentes de los datos almacenados en el Biobanco del Reino Unido para realizar un seguimiento al estudio previo en el que descubrieron que los bebedores crónicos (mujeres que beben tres o más copas de alcohol, y hombres que beben más de cuatro) sufren graves daños cerebrales.
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Al tratarse de investigaciones cortas, ahora se propusieron analizar esa gran cantidad de datos.
Los resultados fueron claros: una o dos unidades de alcohol son capaces de reducir el volumen general del cerebro y los volúmenes de materia gris en varias áreas.
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“Existe alguna evidencia de que el efecto de beber en el cerebro es exponencial. Entonces, una bebida adicional en un día podría tener más impacto que cualquiera de las bebidas anteriores ese día. Eso significa que reducir la última bebida de la noche podría tener un gran efecto en términos de envejecimiento cerebral”, explicó Remi Daviet, coautor del estudio en un comunicado.
El estudio analizó el consumo promedio, pero detallan en Nature Communications que al beber cuatro o más unidades de alcohol (cerveza, copas de vino o sidra) al día se puede perder un volumen cerebral equivalente a 10 años completos de envejecimiento.
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