Descubren una nueva parte del cuerpo humano: Un tercer músculo en la mandíbula

Cuando pensamos que no existe nada nuevo en nuestro cuerpo, un nuevo estudio viene a cambiar nuestros conocimientos. Ahora debemos agregar un nuevo músculo a nuestros conocimientos anatómicos.

El análisis químico del cuerpo humano lo inició Alcmeón de Crotona hace unos 500 años a.C. en el sur de Italia.

Esta nueva parte se encuentra ubicada en nuestra mandíbula. Si bien no se trata de un gran descubrimiento, sí es el reconocimiento de que este tercer músculo mandibular es una nueva parte del cuerpo humano.

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En los textos de anatomía se puede leer que en nuestra mandíbula existe un músculo superficial y otro profundo, los cuales son responsables de que el masetero pueda elevar la mandíbula inferior y es clave para lo que hacemos todos los días: masticar.

Este nuevo estudio, publicado en la revista Annals of Anatomy, estipula que este tercer músculo -del que algunos textos manifestaron su posible existencia, pero desconocían su posición- representa una tercera capa “anatómicamente distinta” en el músculo del masetero.

Crédito: Pexels

Uno que podría ser nombrado como Musculus masseter pars coronoidea (sección coronoidea del masetero), ya que está unido a la apófisis muscular o coronoide del maxilar inferior, según lo manifestado por un equipo de la Universidad de Basilea, en Suiza.

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Para llegar a esto, analizaron más de 12 cabezas humanas preservadas y la de un sujeto vivo. Allí, descubrieron que la protección ósea que forma parte de nuestros pómulos -apófisis cigomática- puede palparse desde delante de la oreja hasta la proyección triangular en el maxilar inferior -apófisis coronoides- .

En su investigación, el equipo detalla que es probable que esta nueva fibra muscular sea la responsable de estabilizar la mandíbula inferior, elevando y retrayendo la apófisis coronoides. Incluso, señalan esta nueva capa es la única parte del masetero que puede tirar la mandíbula hacia atrás.

“Aunque generalmente se asume que la investigación anatómica de los últimos 100 años no ha dejado piedra sin remover, nuestro hallazgo es un poco como si los zoólogos descubrieron una nueva especie de vertebrado“, detallaron los autores.