Un particular hallazgo se realizó debajo de una de las ciudades más importantes para la historia humana: Jerusalén. Todo, porque se descubrió una nueva fosa debajo de la antigua “Ciudad Sagrada”; una que fue diseñada para detener a Cruzados en los tiempos de las guerras santas.
Sin embargo, lo que más llamó la atención de los arqueólogos que realizaron este nuevo descubrimiento fue una curiosa impresión dactilar, tallada en una de las paredes de la fosa. Y lo que más quitó el sueño a los expertos, es que no tienen idea de lo que significa.
Una mano milenaria
El canal protector rodeaba las paredes de la famosa ciudad, y se cree que fue excavado en el siglo X Después de Cristo. De acuerdo al director de la Autoridad de Antigüedades Israelita, Zubair Adawi, la fosa tiene al menos 10 metros de ancho y entre 2 y 7 metros de profundidad.
“Su función era prevenir que el enemigo no lograra llegar a las paredes de Jarusalén, para así lograr invadir la ciudad. Las fosas, normalmente llenas de agua, fueron usadas ampliamente en castillos europeos. Sin embargo, acá era seca, transformándose en un obstáculo para el ejército invasor“, aseguró Adawi, según reportó IFLScience.
Debido a la edad de la fosa, es probable que haya sido bastante útil durante las Cruzadas; debido a que diferentes ejércitos europeos trataron de tomar Jerusalén entre el siglo XI y XIII.
“Los historiadores que acompañaron la Primera Cruzada aseguraron que los Cruzados llegaron a las paredes de Jerusalén en 1099. Frente a esta enorme fosa, se demoraron 5 semanas en poder alcanzar las paredes; no sin antes librar una sangrienta batalla contra los Musulmanes y Judíos que defendían la ciudad”, agregó Adawi.
A pesar de que se tenga toda esta información, no se sabe que representa esta mano. “¿Significa algo? ¿Apunta a un objeto cercano? ¿Es una broma? Perteneció a un invasor o a un defensor de Jerusalén. Solo el tiempo lo dirá“, concluyó el experto.
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