Descubren biomarcadores sanguíneos en embarazadas que avisan cuando se acerca el parto

Sabemos que un embarazo promedio dura alrededor de 40 semanas, por lo que se considera normal que una mujer entre en trabajo de parto en cualquier momento entre las 37 y 42 semanas.

Sin embargo, más del 10% de los embarazos termina en un parto prematuro, antes de las 37 semanas, y esto respeta un riesgo para el lactante de padecer ciertas enfermedades asociadas con su temprano nacimiento.

Es por ello que esta nueva, solida e impresionante investigación realizada por un equipo de la Facultad de Medicina de la Universidad de Standford, en Estados Unidos, representa un nuevo conocimiento respecto a los embarazos.

Descubrieron un conjunto de biomarcadores que pueden predecir cuándo una mujer embarazada entrará en trabajo de parto con varias semanas de anticipación.

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El equipo realizó un seguimiento en los últimos 100 días de embarazo en 63 mujeres, en el cual se tomaron muestras sanguíneas en varios puntos y se analizaron más de 7 mil biomarcadores metabólicos e inmunes.

Mediante un modelo matemático, los investigadores se enfocaron en varios factores específicos que vieron correlacionados consistentemente cuando estaban en parto. Así, lograron identificar aumentos repentinos en las hormonas esteroides y aumentos en las hormonas planetarias. No obstante, el descubrimiento más novedoso fue el aumento en la proteína inmunitaria llamada IL-1R4.

Esta proteína tiene propiedades antiinflamatorias y la investigación apunta a que sus niveles aumentan alrededor de dos a cuatro semanas antes de que una mujer entre en trabajo de parto.

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Se planteó la hipótesis de que esta respuesta antiinflamatoria es la forma en que el cuerpo aprieta el sistema inmunológico a medida que los niveles más altos del material placentario llegan al torrente sanguíneo de la madre en las semanas previas al parto.

Beneficios del estudio

Los autores explican que los cambios fisiológicos presentados son independientes de la edad gestacional o la duración final del embarazo.

El estudio podría permitir a los médicos detectar embarazos que se están volviendo prematuros antes que la mujer dé a luz. Asimismo, podría identificar cuándo un embarazo es tardío en trabajo de parto e inducirlo. 

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“El cuerpo y la fisiología de la madre comienzan a cambiar unas tres semanas antes del inicio real del trabajo de parto. No es un solo interruptor; existe esta preparación por la que el cuerpo tiene que pasar“, explicó Virginia Winn, co-autora del estudio.

Por el momento, el modelo, publicado en la revista Science Translational Medicine, sólo puede limitar sus predicciones en una ventana de dos semanas. Sin embargo, ya se encuentran trabajando para realizar una investigación más precisa y desarrollar en el futuro pruebas sanguíneas que logren un mayor rango predictivo.