Investigadores de la Universidad de Australia Meridional han descubierto un vínculo entre la deficiencia de vitamina D y el riesgo de padecer demencia.
Para llegar a esto, el equipo liderado por la profesora Elina Hyppönen analizó los datos de 294.514 personas desde el proyecto Biobank de Reino Unido.
Ahí se dedicaron a comparar los niveles de vitamina D con la incidencia de demencia y accidentes cerebrovasculares mediante una técnica de aleatorización mendeliana no lineal.
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Con esta técnica, examinaron si la variación de los genes tiene un efecto causa en las enfermedades, encontrando que quienes tienen niveles bajos de vitamina D (menos de 25 nmol / L) se asociaron con un 54% más de riesgo de padecer aquellas enfermedades.
“En algunos contextos, donde la deficiencia de vitamina D es relativamente común, nuestros hallazgos tienen implicaciones importantes para los riesgos de demencia. De hecho, en esta población del Reino Unido observamos que hasta el 17 % de los casos de demencia podrían haberse evitado aumentando los niveles de vitamina D para que estuvieran dentro de un rango normal”, explicó Hyppönen.
¿Por qué es importante la vitamina D?
Los expertos han manifestado que la vitamina D tiene un crucial rol en nuestro cuerpo, como ayudar con la absorción del calcio y el fósforo.
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La mayor parte de su ingesta no proviene de los alimentos, sino del sol, ya que la piel es capaz de producirla en respuesta a la exposición a la luz UV.
Estudio han sugerido que las mujeres embarazadas que tienen deficiencia en esta vitamina tienen una probabilidad de que su hijo desarrolle esquizofrenia o autismo durante su vida.
Asimismo, un bajo nivel de vitamina D no solo puede conducir a músculos y huesos débiles, sino que también a afecciones como diferentes tipos de cáncer, enfermedades autoinmunes y adicción a opioides.
El estudio fue publicado en la revista The American Journal of Clinical Nutrition.
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