¿Debería regularse? La redes sociales y su peligrosa adicción

Algunas personas reconocen pasar gran parte del día en las redes sociales, mientras otros culpan al trabajo o a la necesidad de socializar, especialmente luego de tantas cuarentenas. Lo cierto, es que las plataformas digitales son tremendamente adictivas.

“Hay antecedentes y reportes clínicos que indican que pueden llevar a comportamientos compulsivos que son iguales a los que vemos por drogas o videojuegos“, manifestó Nora Volkow, psicóloga y directora del National Institute on Drug Abuse.

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Una adicción similar a la provocada por el uso de drogas es la que causan las redes sociales. Esa fue una de las conclusiones presentadas por reconocidos expertos mundiales en un evento que busca obtener datos suficientes que permitan guiar la conversación respecto al uso que le damos a la tecnología.

“El gran desafío de todas las plataformas como Twitter, Facebook, Google e Instagram es capturar los datos y, para lograrlo, tienen que disputar por nuestra atención. La atención de los seres humanos es el recurso más escaso hoy día“, sostuvo Guido Girardi, presidente de la Comisión Desafío del Futuro.

Para obtener nuestra atención, además de los estímulos, también hay un estatus que da la popularidad en las redes. Los expertos advierten que los likes liberan dopamina, considerada como la causante de sensaciones placenteras y de la relajación.

“En el cerebro no importa si la dopamina viene de un like en las redes sociales, una torta o de consumir cocaína“, afirmó a Futuro 360 el Dr. Ofir Turel, profesor de la Universidad de California, ubicada en Estados Unidos.

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El uso de las redes también puede producir la sensación contraria, aunque hay quienes piden separar las responsabilidades. “Se requieren regulaciones, no para impedir el uso de las tecnologías, sino que para hacer que estas sean usadas para la libertad“, recalcó Girardi.

El objetivo ahora es convertir a Chile no solo en el pionero respecto a la regulación de los neuroderechos, sino que también en el uso de las redes sociales de manera más sana. Lo difícil será lograr desaprender las malas prácticas a las que ya casi todas las personas están acostumbradas.