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¿Alguna vez te has preguntado cuántas burbujas hay en tu cerveza?, bueno si no lo haz hecho un equipo de científicos franceses han realizado un estudio para responder a esta pregunta.
El dióxido de carbono es una parte importante en la fabricación de una refrescante cerveza, las pequeñas burbujas que se liberan cuando se vierte en un vaso no solo le entregan un efervescencia agradable, sino que también transmiten los compuestos de sabor y aroma a la nariz y el paladar.
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Pero, ¿cuántas burbujas hay exactamente en un vaso?, nadie lo sabe porque:
- Te verias como un bicho raro tratando de contarlos en un bar o en tu casa
- Realmente, ¿a quién le importa?
En este nuevo estudio, el equipo de Efervescencia de Champán y Aplicaciones del Centro Nacional Francés de Investigación Científica (CNRS), se propuso responder esta pregunta en una botella estándar de cerveza de 250 ml enfriado a 6ºC.
Para que estas burbujas se formen, es necesario que hayan pequeñas cavidades llenas de aire en la microestructura del vidrio. Cuando la cerveza se vierte a un vaso, el aire es atrapado y la curvatura de la cavidad le da al dióxido de carbono un punto de partida para formar burbujas.
Explican que estas cavidades deben tener al menos 1,4 nanómetros de ancho para que se formen las corrientes de burbujas allí.
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Mediante fotografías a alta velocidad las burbujas crecen a medida que flotan hacia la superficie que captura más gas. Explican que el burbujeo se ralentiza y se detiene a medida que disminuye el nivel de dióxido de carbono.
Teniendo esto en consideración, los investigadores estimaron que una cerveza de 250 ml a 6ºC, contiene entre 200 mil a dos millones de burbujas liberadas para cuando se desinfla.
El rango señalado es bastante amplio, pero ¿qué se puede hacer con esa información? el equipo comentó que para los consumidores representa solamente una tibia de bar, pero estos nuevos conocimientos sobre la dinámica del CO2 podría ayudar a los cerveceros en su desarrollo.
La investigación fue publicada en la revista ACS Omega.
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