Un estudio de Lancet Countdown Sudamérica ha revelado que Chile y Perú tienen la mayor tasa de mortalidad prematura atribuible a la exposición sistemática a la contaminación del aire. A pesar de este contexto alarmante, el impacto específico de estos contaminantes en la piel sigue siendo poco conocido.
Los gases de escape de vehículos y las partículas en suspensión pueden penetrar profundamente en la piel, desencadenando una serie de efectos negativos.
La dermatóloga Agustina Fernández explica que “las partículas contaminantes se adhieren a la piel y las más pequeñas pueden incluso penetrar hasta las capas profundas de la epidermis, afectando las células, cambiando el pH de la piel y alterando la composición de la barrera hidrolipídica“.
La contaminación está vinculada al envejecimiento prematuro de la piel y a un aumento en la prevalencia de condiciones como acné, dermatitis atópica y psoriasis, afectando a personas de todas las edades y tipos de piel. La Dra. Fernández recomienda el uso diario de protectores solares y productos con antioxidantes para contrarrestar estos efectos.
Mantener una rutina de limpieza facial adecuada y utilizar productos diseñados para limpiar de manera óptima la piel puede ayudar a eliminar las partículas contaminantes y minimizar su impacto negativo.
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