(CNN) — Un nuevo estudio sobre las infecciones por COVID-19 concluye que las vacunas no solo reducen el riesgo de enfermedad grave y hospitalización, sino que también pueden disminuir las probabilidades de tener síntomas a largo plazo.
“Descubrimos que las probabilidades de tener síntomas durante 28 días o más después de la infección posvacunación se reducían aproximadamente a la mitad al recibir dos dosis de la vacuna”, escribieron los investigadores en el estudio publicado en la revista académica The Lancet Infectious Diseases.
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“Este resultado sugiere que el riesgo de COVID largo se reduce en los individuos que han recibido una doble inyección, si se considera además el ya documentado menor riesgo de infección en general”, añadieron.
Los investigadores analizaron los datos reportados por los adultos del Reino Unido que compartieron cualquier síntoma de COVID-19 mediante una aplicación de teléfono móvil llamada “Covid Symptom Study” (Estudio de Síntomas de Covid).
Los investigadores examinaron esos síntomas declarados por los usuarios de la app que dijeron haber recibido la vacuna entre el 8 de diciembre de 2020 y el 4 de julio de 2021, y compararon los síntomas de los vacunados con los de quienes no se inocularon.
Los datos incluyeron a más de 1,2 millones de adultos que declararon haber recibido una primera dosis de la vacuna, y entre ellos, el 0,5%, se infectó con coronavirus tras recibir esa primera dosis. Entre casi un millón de personas que declararon haber recibido la segunda dosis, solo el 0,2% dio positivo tras recibir ambas dosis.
Los investigadores descubrieron que algunos grupos eran más vulnerables a las infecciones posvacunación que otros, especialmente después de la primera dosis de la vacuna: las personas de 60 años y las que vivían en “zonas muy desfavorecidas”, como las comunidades densamente pobladas.
Los datos mostraron que las personas que no eran obesas tenían menos probabilidades de infectarse tras la primera dosis de la vacuna. Pero en general, los investigadores descubrieron que estar vacunado se asociaba con menos informes de síntomas en todos los grupos de edad si alguien se contagiaba el coronavirus.
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Los investigadores hallaron que la vacunación, en comparación con la no vacunación, se asoció con una reducción de las probabilidades de hospitalización por COVID-19 o de tener más de cinco síntomas en la primera semana de enfermedad tras la primera o segunda dosis, y se redujeron las probabilidades de síntomas a largo plazo que duraron 28 días o más tras la segunda dosis de la vacuna.
“Casi todos los síntomas individuales del COVID-19 fueron menos frecuentes en los participantes vacunados que en los no vacunados”, escribieron los investigadores. “Más personas en los grupos vacunados que en los no vacunados eran completamente asintomáticas“.
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