Una vez que la pandemia por COVID-19 se expandió por todo el mundo, la comunidad científica no ha descansado en estudiar este virus con el objetivo de descifrar toda su cadena estructural y desarrollar terapias o tratamiento que lo puedan combatir.
Si bien el desarrollo de vacunas ha ayudado bastante en la prevención de casos graves por SARS-CoV-2 -los que llevan a la hospitalización-, los investigadores también se han preocupado por los efectos secundarios que provoca en nuestro cuerpo.
Lee también: Embarazadas tienen el doble de probabilidades de contagiarse con COVID-19, según la ciencia
Un equipo del Centro Nacional de Investigación de Primates de la Universidad de Tulane, en Estados Unidos, descubrió hace un año que este virus es capaz de causar microhemorragias en el cerebro.
“Ves la patología, y es tan distinta y tan profunda. He estado observando el sistema nervioso central durante décadas, tanto tiempo que sabes cuándo algo no parece normal y parece estar en línea con la infección”, detalló Tracey Fischer, líder de la investigación.
Luego, otro equipo encontró esta evidencia de síntomas neurológicos vistos previamente en primates, pero en humanos.
Lee también: Vacunas COVID infantiles son 86% efectivas en prevenir una hospitalización
Para investigar más a fondo, ahora analizaron una serie de animales de control, y además de detectar unas pequeñas hemorragias, encontraron el síntoma de inflamación cerebral generalizada grave y daño cerebral.
“Esto se observó en todos los animales infectados, independientemente de la gravedad de la enfermedad, lo que sugiere que la reducción de oxígeno en el cerebro puede ser una complicación común de la infección. Incluso las reducciones menores, pero sostenidas, de oxígeno pueden promover lesiones, particularmente entre las neuronas, que parecen haber sufrido el mayor daño en este estudio”, agregó la experta en un comunicado.
La investigación fue publicada en la revista Nature Communications y representa la necesidad de realizar nuevos estudios y seguimientos a largo plazo en pacientes con COVID largo.
Deja tu comentario