Consumir altos niveles de alimentos ultraprocesados puede acortar la esperanza de vida más de un 10%, según un nuevo estudio

(CNN) – El consumo elevado de alimentos ultraprocesados está vinculado a una reducción significativa de la esperanza de vida, de acuerdo con un reciente estudio. La investigación, liderada por Erikka Loftfield del Instituto Nacional del Cáncer en Bethesda, Maryland, evaluó los hábitos alimenticios de casi 541,000 estadounidenses de 50 a 71 años, revelando que los mayores consumidores de estos productos tenían un 15% más de riesgo de mortalidad prematura en hombres y un 14% en mujeres.

Bebidas y panes, los más consumidos

Entre los alimentos ultraprocesados más frecuentemente consumidos, las bebidas encabezaron la lista. “Los refrescos dietéticos fueron el principal contribuyente, seguidos de los refrescos azucarados“, afirmó Loftfield. Estos hallazgos subrayan la importancia de las bebidas en el consumo total de alimentos ultraprocesados.

Los cereales refinados, incluidos panes y productos horneados, también mostraron alta popularidad entre los encuestados, según el estudio presentado en la reunión anual de la Sociedad Americana de Nutrición en Chicago.

Impacto en la salud

El estudio reveló que las personas con un alto consumo de alimentos ultraprocesados tienen mayor probabilidad de fallecer por enfermedades cardíacas o diabetes. Carlos Monteiro, quien acuñó el término “alimentos ultraprocesados” y creó el sistema de clasificación NOVA, señaló: “Este estudio confirma la asociación entre la ingesta de alimentos ultraprocesados y la mortalidad por enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2.”

Monteiro explicó que los alimentos ultraprocesados contienen ingredientes y aditivos destinados a mejorar la palatabilidad, como conservantes, emulsionantes y colorantes artificiales, que no se encuentran en los alimentos enteros. Estos componentes están asociados con riesgos para la salud, especialmente cuando se consumen en grandes cantidades.

Carne procesada y refrescos, los más peligrosos

El análisis destacó que ciertos subgrupos de alimentos ultraprocesados, como las carnes altamente procesadas y los refrescos, presentaron un mayor riesgo de mortalidad. Las carnes procesadas, como el tocino y las salchichas, se vinculan a cánceres intestinales, enfermedades cardíacas y diabetes. Por su parte, las bebidas dietéticas, aunque bajas en calorías, contienen edulcorantes artificiales y otros aditivos relacionados con enfermedades cardiovasculares, obesidad y diabetes tipo 2.

A pesar de la limitación de que los datos dietéticos se recopilaron hace 30 años, los investigadores creen que el consumo de alimentos ultraprocesados ha aumentado con el tiempo, intensificando los riesgos asociados. Loftfield recomendó centrar la dieta en alimentos enteros y prestar atención a los niveles de sodio y azúcares añadidos en los alimentos ultraprocesados.